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Cuando me ofrecieron la oportunidad de audicionar para el puesto de narrador de los LA Kings en español, sentí que tenía que conseguirlo por razones personales. Con tres de mis sobrinos jugando al hockey en México y Canadá, además de varios recuerdos de la infancia relacionados con este deporte, estaba listo para demostrar que podía llegar a la NHL y trabajar con una organización de primer nivel.

Jamás en un millón de años hubiera pensado que este trabajo cambiaría mi vida para siempre. No solo he podido cumplir algunos logros como narrador, sino que mi papel alterno como consultor para liderar los esfuerzos del equipo para atender a nuestra comunidad latina, me llevó a conectarme aún más con mis raíces.

Todo comenzó en una reunión de la junta de consejo de los Kings, donde me "invitaron" a escuchar un rico intercambio de puntos de vista, entre un grupo de profesionales de élite y entusiastas del hockey que incluyen estrellas de rock, actores, ejecutivos de medios y empresarios. Tuve la oportunidad de compartir algunas ideas sobre cómo acercarnos a la comunidad latina, y eso me llevó a recibir una invitación para unirme al grupo de tiempo completo.

Mi rol de narrador en español me dio la oportunidad no solo de llevar el deporte a los hogares y dispositivos móviles de miles de personas en la comunidad del hockey, sino que también me brindó una perspectiva profunda de la demografía de nuestro grupo de seguidores. Desde trivias durante la transmisión hasta oportunidades sorpresa de fotos dentro de la arena, siempre ir más allá y conocer a nuestros seguidores leales en persona también.

El conocimiento que adquirí a través de esos experimentos orgánicos llevó las cosas a un nivel mas alto: me ofrecieron un puesto de consultor para ayudar a liderar nuestra estrategia dentro de la comunidad latina en el sur de California. Debo admitir que tenía bastante miedo de aceptar un puesto en el que no tenía una trayectoria tan completa como en los medios de comunicación, pero esto era algo que necesitaba explorar debido al cariño que le tengo deporte y a esta organización.

Una de las iniciativas que mas me enorgullece es la de difundir que tan divertida, intensa e inolvidable es la experiencia de asistir a un partido de los Kings en nuestro recinto. Leyendas del futbol, ​​ganadores de premios Grammy, actores icónicos e incluso un ex shérif del condado de Los Ángeles han iluminado nuestra cabina de transmisión de radio en español para hablar de su amor por el juego y gritar GOOOOOL a todo pulmón cuando nuestro equipo anotaba.

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El fungir como embajador para regalar jerseys de los Kings a celebridades de la talla de Marc Anthony, Miguel “Piojo” Herrera y Group Firme ha creado momentos que vivirán por siempre en mi memoria. Igual de especial es que superestrellas a las que admiras te digan cuánto disfrutaron de la experiencia del hockey y te pidan la oportunidad de volver al estadio y revivir la emoción de un partido de los Kings.

Con el sólido compromiso y la conexión que tenemos con nuestra comunidad latina en el sur de California, era evidente que teníamos que continuar al sur de la frontera y atender a un país que quiere al hockey y que sigue creciendo después de vivir un auge a mediados de los años noventa. A pesar de los desafíos de la pandemia, pudimos construir nuestro programa Mexico City Jr. Kings en 2020, convirtiéndonos en el único equipo profesional de los Estados Unidos con una academia basada en México.

Las tres veces que volé a mi ciudad natal con nuestros ex jugadores y personal de los Kings me trajeron tremendos recuerdos de los años en los que conocí este deporte durante mi niñez en México. Jugar Ice Hockey en el Nintendo con mi papá, asistir a un partido de exhibición entre Estados Unidos y Rusia en la pista de hielo de Lomas Verdes o ver a los Kings en TV por cable a principios de los noventas, son momentos que marcaron mi infancia, en una época en la que nunca pensé que el hockey se convertiría en un punto integral de mi vida.

Curiosamente, nunca me atreví a patinar durante mi infancia, pero tal ha sido mi entusiasmo por afianzarme dentro de la organización, que decidí aprender pasados mis 30 años de edad y experimenté de primera mano lo refrescante y relajante que es deslizarse sobre el hielo. Aprender a patinar, por ejemplo, me permitió saltar al hielo con niños latinos del Este de Los Ángeles, en colaboración con nuestro equipo y Plaza de la Raza, viendo de cerca las sonrisas y la emoción de estos niños que patinaban por primera vez en sus vidas.

Han sido seis años narrando goles de los Kings en la radio en español, además de también narrar en inglés con nuestro Ontario Reign. Seis años interactuando con nuestros fanáticos y difundiendo el mensaje con nuestra comunidad latina, asegurándome de que todos sepan la gran experiencia que significa se asiste a un juego de los Kings.

Y a solo unos días de mi séptima temporada en la NHL, todavía me siento tan feliz como aquel niño de 15 años que recibió su primer jersey de los Kings como regalo de Navidad en la Ciudad de México, orgulloso de representar a mi país y mis raíces en el hielo.

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