"En 1979, le dije a un periodista que mi papá y yo pasábamos cuatro horas al día sobre la pista", dijo Gretzky. "Y me citaron, con precisión, de esta manera: 'Honestamente, hacía tanto frío que entré a la casa llorando'. Ahora puedo ver a un grupo de niños entrar llorando y escuchar a sus papás decir: "¡Vuelve ahí afuera! Wayne Gretzky se congeló. Está sentado en un ático en Edmonton. ¿Dónde estás?"
"Pero no entendieron el punto. Me dijeron, 'Practicaste cuatro horas por noche', y yo les digo, 'Sí, supongo que sí'. Pero mirando hacia atrás, no estaba practicando. Si hubiera pensado que estaba practicando, probablemente nunca lo hubiera hecho. Lo hice porque eso era lo que me divertía haciendo. Nunca pensé, 'Bueno, yo practicaré cuatro horas al día hoy porque si hago eso, tendré la oportunidad de llegar a la NHL'".
Walter Gretzky estuvo cerca de cada paso de la carrera de su hijo, desde sus días como un fenómeno en el hockey de ligas menores, hasta su debut profesional en la WHA y en la NHL, donde ganaría la Stanley Cup cuatro veces con los Edmonton Oilers, para posteriormente jugar para Los Angeles Kings, St. Louis Blues y New York Rangers, logrando establecer récords de la NHL con la mayor cantidad de goles en la temporada regular (894), asistencias (1.963) y puntos (2.857).
Walter Gretzky, un orador muy solicitado después de la cena en eventos de caridad, fue nombrado miembro de la Orden de Canadá en 2007 "por sus contribuciones al hockey menor en Canadá y por su dedicación a ayudar a innumerables organizaciones benéficas locales, provinciales y nacionales". En 2010, fue portador de la antorcha olímpica del último día de los Juegos de Invierno de Vancouver, después de que Wayne Gretzky encendiera la llama olímpica en la ceremonia de apertura.
"Para mí, él fue la razón por la que me enamoré del juego de hockey. Me inspiró a ser lo mejor que podía ser, no sólo en el juego de hockey, sino en la vida", colocó Wayne Gretzky en su cuenta de Twitter durante el jueves. "Lo extrañaremos mucho, pero sepan que está de regreso con nuestra mamá y eso nos trae paz a mí y a mi familia. Él era verdaderamente El Grande (The Great One) y el canadiense más orgulloso que conocemos.
"Te amamos papá".