Si la historia suena como un guion de Hollywood, hay una buena razón para ello. “Sinceramente, lo que me hizo enamorarme del hockey fueron probablemente las películas de The Mighty Ducks. Eso fue lo que realmente me llevó al hockey. Jugaba hockey sobre patines. Una vez que me ponían un palo en las manos, no quería soltarlo. Jugaba hockey y patinaba todo el día. Finalmente, mis padres me inscribieron para jugar al hockey sobre hielo. Aprendí a patinar sobre hielo y el resto es historia”.
Nieto vio las películas de The Mighty Ducks en repetidas ocasiones, así como la versión en la vida real de este equipo, gracias al talent de Paul Kariya y Teemu Selänne. El mexicoamericano, de 1.77 metros de altura (5’10), encontró inspiración en la habilidad, inteligencia y valentía de Kariya. Cuando Nieto estudiaba los partidos de los Ducks y los recreaba con su mini stick frente al televisor, quería ser justo como el número 9 de Anaheim.
“Era mi jugador favorito y probablemente mi mayor modelo a seguir”, dice Nieto. “Es un chico de baja estatura, pero a la vez un guerrero y capitán del equipo. Fue una gran parte del éxito de los Ducks cuando estaba allí. Al ver la forma en que luchaba, competía y jugaba, me encantaba. Verlo a él y a Selänne juntos era increíble”.
A pesar de lo fácil que fue enamorarse del hockey, la logística de practicar el deporte fue un desafío para la familia Nieto. Matt, un mexicano-estadounidense de segunda generación, habla con profunda gratitud sobre los esfuerzos de su padre, Jesse, y su madre, Mary, para garantizar que tuviera oportunidades de perseguir sus sueños.
“Mis padres siempre me apoyaron mucho durante todo mi etapa en las divisiones menores del hockey. Me mudé fuera de casa a una edad temprana. Tenía 14 años. Eso no debe haber sido fácil para mis padres, pero sacrificaron mucho para que yo llegara donde estoy”.
Gran parte de ese sacrificio se debe al aspecto financiero, según lo expresado por Nieto. “El hockey es un deporte caro. Tuve la suerte de que mis padres trabajaran tan duro y me permitieran jugar tanto como lo hice. Cuando estaba creciendo en California, era una época en la que no había mucha competencia. Teníamos que viajar mucho para que nos descubrieran y jugar contra los mejores equipos. Estoy muy agradecido de que hayan podido hacer que todo eso funcionara para mí. También tuve entrenadores que eran increíbles y me daban lecciones privadas gratis, por lo que todavía estoy muy agradecido hasta el día de hoy”.
Cuando Nieto regresa a California en la temporada baja, busca oportunidades para ayudar a ex entrenadores con campamentos de hockey que sirvan para impulsar el desarrollo de este deporte. “Recuerdo cuando era niño, cuando iba a estos campamentos. Tener a alguien en la NHL o alguien que haya jugado hockey profesional sobre el hielo, te emociona mucho cuando eres un niño.
“Cuando trabajo en estos campamentos y ayudo, es increíble ver la cantidad de niños hispanos y minorías en general. Cada vez ves más de ellos que incluso están llegando a la NHL, la mejor liga del mundo. Es increíble y veremos a más y más hispanos y Alcanzar ese nivel”.
Nieto recuerda que su herencia mexicana era una parte central de las celebraciones navideñas mientras crecía, con familiares que lo visitaban desde México y Nuevo México y todos disfrutaban de la comida típica casera. “Estoy muy agradecido por mi familia y mi herencia. Básicamente, es lo que soy hoy”.
A medida que Nieto avanzaba en el hockey, se inspiró en la historia de Scott Gómez, un compatriota mexicano-estadounidense que ganó dos veces la Stanley Cup, ambas con los New Jersey Devils. “Junto con Kariya, él fue otro gran modelo a seguir para mí y al igual que Kariya, era otro tipo más pequeño, pero tenaz. El hecho de que sea hispano fue muy importante para mí. Cuando eres mexicano y ves a alguien como tú viviendo el sueño que quieres, eso te ayuda mucho. Estoy muy agradecido de haber podido seguirlo y modelar mi juego a su imagen”.