luisa wilson

El Mes de la Herencia Hispana se está llevando a cabo del 15 de septiembre al 15 octubre. Para celebrar, NHL.com/es estará destacando a jugadores y personalidades dentro la comunidad de hockey. En esta entrega, el enfoque será la medallista juvenil mexicana, Luisa Wilson.

En enero de 2020, con solo 14 años, Luisa Wilson escribió una página brillante dentro de la historia del deporte mexicano.
La nacida en Celaya, Guanajuato se convirtió en la primera atleta del país azteca en conquistar una medalla en una olimpiada invernal.
Consiguió este hito en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Lausanne. Wilson participó en el torneo femenino de hockey sobre hielo bajo la modalidad de equipos mixtos de 3x3. Las escuadras fueron compuestas por jugadoras de varias naciones. Wilson fue una de las tres jugadoras mexicanas que lograron ganarse un lugar en la competencia.
Al final ella pudo colgarse la presea de oro jugando con el equipo Amarillo.
Luisa recuerda con mucha emoción su hazaña.
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"No creía que habíamos ganado", dijo la delantera a NHL.com/es. "El equipo con el que jugamos en la final ya nos había ganado dos veces. Una vez en un juego de práctica y la otra en la ronda de Round-Robin. Entonces fue un momento muy increíble cuando ganamos ese partido contra al equipo Negro. Cuando sonó la chicharra, estábamos como 'wow'".
Wilson fue la arquitecta de la victoria. Con su único tanto del partido, rompió un empate de 1-1 en el segundo período para encaminar a su equipo hacia la gloria.
"Fue un partido muy intenso y físico", relató. "Metí el gol de la ventaja y termínanos ganando 6-1. Ese gol nos ayudó, me encanta recordarlo".
Contó que en ese momento no estaba consciente de la significancia que cargaba la presea que había logrado. Pero sin duda se dio cuenta cuando regresó a tierras mexicanas.
"Yo estaba muy feliz y emocionada. Recuerdo ver a mi mamá, a mis hermanos y abuelos. Todos estaban ahí en la arena; no podía parar de sonreír", indicó. "Pero cuando llegué a México, había reporteros y muchas personas que querían hablar conmigo. Estaba asombrada".

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Una historia mexica-canadiense
El camino de Wilson hacia el oro olímpico inició en las pistas de la Ciudad de México, lugar donde vivió durante gran parte de su niñez.
Su padre, Brian Wilson, es canadiense y su madre, Laura San Román Oñate, es mexicana. Y gracias a la influencia paterna, el hockey se volvió parte de su vida desde muy temprano, pese a que no era un deporte con mucho auge en México.
"Mi papá nació en Canadá. Cuando sacas al canadiense de Canadá, no sacas el hockey del canadiense. Él jugó desde muy chico y quería que yo jugará también", comentó. "Siendo una niña que quería hacer todo lo que hacía mi papá, a los dos, tres años empecé a patinar y jugar hockey. Casi he estado jugando toda mi vida. Desde muy chica lo vi a él sobre el hielo entrenando a niños, eso me gustó mucho".
Sin embargo, el hockey no fue la única disciplina que practicó sobre el hielo. A los cinco años incursionó en el patinaje artístico.
Wilson realizó piruetas y saltos hasta los 10 años cuando llegó a la conclusión de que prefería los impactos y los goles.
"En el patinaje obviamente no puedes ser física, tienes una rutina", explicó.
"Tienes que verte muy bonita y ponerte maquillaje. Mi mamá me ponía mucho, no me gustaba. Me gustaba ser agresiva y la más ruda sobre el hielo".
Hace cuatro años Wilson también experimentó otro cambio.
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Para que ella y sus dos hermanos menores pudieran desarrollarse mejor en el hockey, Brian y Laura decidieron mudar a la familia a Toronto.
"Queríamos ir a Canadá para jugar más y tener más experiencia", comentó Luisa. "En México lo practicábamos mucho, y eso es muy bueno. Pero en Toronto juego alrededor de 50 partidos al año… Si vas a los playoffs son 10 o 20 más. En México solo había dos torneos al año, cada uno de cuatro juegos".
Algo que realmente le llamó la atención de su nuevo ambiente fue el hecho de que había muchas niñas que jugaban hockey a comparación de la Ciudad de México.
"Es increíble cuántas niñas juegan hockey en Canadá. En cada categoría de la organización en la que juego, existen tres o cuatro equipos", dijo. "En México solo teníamos un equipo por categoría, y a veces se mezclaban jugadoras de niveles de juego distintos o edades".
En cuanto a cómo el cambio benefició su juego, Wilson contó que notó una gran diferencia cuando regresó a México un año después.
"Tenía más velocidad y estaba más atenta a lo que tenía que hacer durante los partidos", expresó. "Aprovechaba mejor mis oportunidades a la hora de dar un pase o sacar un tiro".
Satisfacción y optimismo
Tras su conquista olímpica, Wilson ha recibido varios reconocimientos transcendentales. Fue nombrada entre "Las 100 mujeres más poderosas de México del 2020" por la revista Forbes. Su nombre fue inscrito en el Museo Olímpico en Suiza. Es la segunda mexicana que recibe este honor. La primera fue la velocista Enriqueta Basilio, quien en los Juegos de México 68 se convirtió en la primera mujer en encender el pebetero.
En mayo de este año, el Congreso de la Ciudad de México le otorgó la medalla al Mérito Deportivo. Y a comienzos de septiembre, su nombre fue grabado en el Muro de Medallistas Olímpicos en las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano.
"Cuando vi mi nombre en el muro pensé en mi familia y en todo el apoyo que he tenido", expresó Wilson. "Fue increíble, casi lloro".
Aunque le agradan los elogios, lo que le da más satisfacción es otra cosa. A Luisa le produce mucha felicidad saber que su éxito ha impulsado el hockey entre las niñas mexicanas.
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"Ahora hay muchas niñas mexicanas que juegan hockey. A veces me señalan y dicen, 'Mamá mira es Luisa Wilson, la que ganó la medalla'", puntualizó. "Conozco a unas que comenzaron porque me vieron. Ellas dijeron, 'Yo también puedo hacer eso'. Es un sentimiento increíble poder motivar a niñas chiquitas. En México ya hay una liga para niñas. Hay más jugadoras que las que recuerdo".
En este momento Wilson está en la preparatoria y buscará jugar en el hockey universitario cuando se gradúe. Sin embargo, su mayor enfoque es la Selección Femenina de Hockey Sobre Hielo de México.
Ha jugado con el combinado de su país a nivel juvenil. Después de triunfar en los Juegos de Lausanne, obtuvo una medalla de bronce dentro del Grupo B de la Segunda División del Campeonato Mundial Sub-18 de la IIHF que se celebró en la Ciudad de México también en enero de 2020.
Wilson ya busca ser convocada por el equipo mayor. Esta escuadra se formó en 2012 y no ha clasificado a unos Juegos Olímpicos de Invierno. Actualmente es la selección No. 26 en el ranking de la IIHF. El mes que viene participará en las eliminatorias rumbo a Beijing 2022.
Luisa tiene mucha confianza que dentro de las próximas dos justas el equipo podría clasificar a sus primeros juegos.
"Estoy muy orgullosa de todas las chicas que están ese equipo. Han trabajado mucho para estar en ese lugar", dijo. "Ya casi llegan a unos juegos. México no tendrá la misma cantidad de jugadoras que Canadá, pero es increíble lo que se puede lograr con el trabajo y la dedicación".