Su camino hacia el tope
Kucherov no tardó en dejar su huella en la liga. Luego de su primera temporada en la NHL, en la que sumó apenas 18 puntos en 52 juegos, Kucherov despegó cuando saltó a 65 unidades (83 goles y 36 asistencias) en los 82 partidos de la campaña 2014-2015. Había nacido una estrella en Tampa Bay.
A partir de ahí han sido sólo éxitos para el alero derecho, quien alcanzó un tope personal en la zafra 2018-2019, cuando terminó como líder en puntos (128), en asistencias (87) y además aportó 41 goles, suficiente para llevarse el Trofeo Hart al Jugador Más Valioso, El Art Ross al líder en unidades y el Pearson al Jugador Más Extraordinario, otorgado por la Asociación de Jugadores.
Pero faltaba algo.
Hasta ese punto, Kucherov no había podido trasladar esos éxitos personales al colectivo. Desde el debut del delantero, el Lightning, pese a tener un equipo capaz de ganarlo todo -- algo que ha quedado en evidencia en las últimas dos campañas --, no pudo lograr la ansiada segunda Copa en la historia de la franquicia.
Desde la campaña 2013-2014, Tampa Bay fue eliminado dos veces en la primera ronda, dos en la Final de Conferencia, una en la Final de la Stanley Cup y en el 2017 el club no pudo clasificar.
Pero llegó el 2020, cuando el Lightning finalmente pudo dar ese último paso, con el primero de dos campeonatos consecutivos, algo que Kucherov celebró airosamente tras la segunda Stanley Cup, en una rueda de prensa que será recordada por mucho tiempo.
"Amo a estos chicos. En las buenas y en las malas", dijo en su momento Kucherov. "Como dije una vez, danos un chance para ganar y lo haremos dos veces. Eso fue lo que pasó".