El entrenador Jared Bednar no esperó más y decidió sustituir a Georgiev con Scott Wedgewood — recién adquirido el 30 de noviembre vía cambio. Wedgewood, quien todavía llevaba indumentaria con los colores de los Nashville Predators, debutó bajo presión, pero respondió de forma impecable, deteniendo los 22 disparos que enfrentó durante el resto del encuentro, otorgándole a su nuevo conjunto la oportunidad de hacer lo que hizo.
“Cuando entré, no había mucho tiempo para pensar. Sólo quería detener el sangrado”, comentó Wedgewood tras el juego. La actuación del portero no sólo fue crucial, sino histórica: se convirtió en el segundo guardameta en la historia de la franquicia en ganar un partido de debut en el que ingresó como relevo en el medio del compromiso.
“Había estado fuera del hielo durante cuatro días”, dijo. “Así que este fue un buen momento para hacerlo”.
El segundo período marcó el inicio del regreso del Avalanche, que mostró signos de vida aunque sólo pudieron descontar un tanto, gracias a la primera anotación en la noche de MacKinnon. Sin embargo, las señales eran claras: Colorado comenzaba a ganar las batallas por el disco y a imponer su estilo. Esa energía se tradujo en resultados en el tercer período, cuando Joel Kiviranta y Logan O’Connor encendieron la ofensiva con dos goles rápidos que recortaron la ventaja de Buffalo por la mínima.
El impulso fue creciendo, y MacKinnon tomó las riendas. Primero empató el marcador con su segundo gol de la noche, un disparo que dejó sin respuesta al portero de los Sabres. Luego, Artturi Lehkonen selló la espectacular remontada con su quinto tanto de la temporada a los 15:38 minutos, desatando la celebración en el banco de Colorado.
Bednar elogió el trabajo de la línea de Kiviranta, O’Connor e Ivan Ivan, destacando su persistencia: “Ellos encendieron la banca. Su trabajo en el disco fue un ejemplo para todos”.
Claro, MacKinnon fue el motor de todo esto, registrando dos goles y una asistencia, rompiendo a la vez una racha de 10 juegos sin anotar. Su presentación lo coloca como líder en puntos de la liga con 39 unidades en 26 juegos, empatado en la cima de la tabla con Kirill Kaprizov y Martín Necas.
“Cuando jugamos en modo ataque desde atrás, somos difíciles de contener”, señaló MacKinnon, quien también destacó la calma en el vestuario tras el complicado primer período. “Bednar no nos regañó demasiado. Sabíamos que había tiempo para darle la vuelta”.
El descontento fue evidente en el lado de los Sabres, que sufrieron su cuarta derrota consecutiva. Alex Tuch no ocultó su frustración tras el partido: “Esto [apesta]. Dejamos colgados a todos, especialmente a nuestro portero. Pensamos que iba a ser fácil, pero te enfrentas a antiguos campeones de la Stanley Cup. No puedes darles oportunidades como esas”.
Este triunfo tiene un significado especial para Colorado, ya que marca la cuarta vez en la historia de la franquicia que logran superar un déficit de cuatro goles para ganar un partido. La última vez ocurrió en marzo de 2024 contra Pittsburgh, y antes de eso, en 2007 frente a Calgary y en 1999 contra Florida. Además, Colorado se une a un selecto grupo de equipos que han logrado esta hazaña en tiempo regular en los últimos 25 años, reafirmando su capacidad para luchar hasta el final.
Con un récord de 14-12-0 y 28 puntos, el Avalanche espera que esta victoria impulse una racha positiva en una temporada llena de altibajos. Aunque la campaña ha sido irregular, partidos como este son un recordatorio del talento y la resiliencia que este equipo puede desplegar cuando todo encaja.
Claro, el club no tendrá mucho tiempo para celebrar, pues volverán a saltar al hielo el jueves para medirse a un duro rival, los Carolina Hurricanes, en el segundo de una gira de cinco encuentros fuera de casa.