Entre los jugadores activos, MacKinnon es el cuarto más rápido en alcanzar esa cantidad de puntos de por vida, necesitando 856 partidos. Sólo Connor McDavid (659), Sidney Crosby (757) y Evgeni Malkin (848) lo lograron en menos encuentros.
"Creo que es genial. Es divertido lograr algo así con amigos y compañeros de equipo", dijo MacKinnon tras el partido. "Es un número simbólico, un hito genial, y algo para reflexionar... Quieres el éxito del equipo, quieres que todos celebren logros y victorias. Esto es únicamente para mí, pero ha sido un camino largo, con altibajos, y definitivamente es un momento especial".
Jared Bednar, entrenador del Avalanche, destacó la importancia de la marca y el crecimiento de MacKinnon a lo largo de los años. "Creo que él lo minimizará, como siempre lo hace", dijo Bednar. "Pero cuando todo termine para él, creo que mirará atrás y apreciará estos momentos mucho más de lo que lo hace ahora. Está tan enfocado en el presente que no le da mucha importancia, pero cuando la gente vea su carrera en retrospectiva, estos serán grandes momentos".
La histórica jornada de MacKinnon también fue clave para que el Avalanche consiguiera su octava victoria consecutiva en casa y barriera una estadística inédita en la historia de la franquicia: por primera vez, lograron un perfecto 6-0 en una estadía en Denver.
El guardameta Scott Wedgewood también fue protagonista, deteniendo los 20 disparos que enfrentó para conseguir su segunda blanqueada de la temporada.
"Estoy viendo cosas buenas de nuestro equipo", comentó Bednar. "Saliendo del descanso, Wedgewood ha sido fantástico, y eso es justo lo que necesitamos. Nos está dando una oportunidad de ganar cada noche".
El gol de Lehkonen fue seguido por un disparo de Martín Necas a los 3:27 del tercer período, mientras que Joel Kiviranta sentenció el partido con un tanto ante la portería rival desguarnecida a los 19:06.
"Estoy muy orgulloso de él", añadió Bednar sobre MacKinnon. "Cuando ves a un jugador crecer y cambiar de tantas formas, a veces no te das cuenta porque lo tienes cerca todos los días. Pero cuando miras año tras año lo que ha hecho, los hitos que ha alcanzado y su producción, es impresionante".
El excompañero de MacKinnon, Erik Johnson, también habló sobre su desarrollo como jugador: "Llegó aquí como un niño de 18 años, con todo el talento del mundo y una enorme presión sobre sus hombros. Todos podían ver su potencial, pero a mediados de sus 20, algo hizo clic en él. No sé si mentalmente lo descifró, pero decidió invertir todo en ser el mejor jugador posible".