Después de una primera mitad de temporada bastante complicada para los Detroit Red Wings, parece ser que las cosas finalmente están encajando en la ‘Ciudad Motor’.
Los Red Wings vencieron el domingo 6-2 al Seattle Kraken en la Little Caesars Arena para llegar a siete victorias consecutivas, continuando el momento que los ha llevado a ser el equipo más encendido de la NHL en la actualidad. Este resurgir también ha reavivado sus esperanzas de terminar con un largo bache de ocho temporadas consecutivas sin clasificar a los Playoffs de la Stanley Cup, algo que hace apenas días parecía un reto cuesta arriba.
Sin embargo, desde que la directiva decidió reemplazar a Derek Lalonde con Todd McLellan como entrenador del club el 27 de diciembre, los Red Wings despegaron, ganando siete de ocho partidos. De hecho, McLellan se une a Mike Babcock (7-1-0 en 2005-06) como el segundo timonel en la historia de la franquicia en ganar siete de los primeros ocho encuentros.
Gracias a este empuje, Detroit, que está a dos triunfos de empatar la racha de triunfos más larga de su historia —han hilvanado nueve en siete ocasiones, siendo la última en la temporada 2007-08—, mejoró su récord a 20-18-4 (44 puntos), ubicándose apenas a dos unidades de los Columbus Blue Jackets, quienes actualmente están ubicados en el segundo puesto del Comodín de la Conferencia Este.
El secreto para Detroit y McLellan ha sido simple: una ofensiva profunda y un Power Play letal.
Ambos aspectos quedaron en evidencia el domingo, cuando once jugadores diferentes lograron puntos y siete de ellos tuvieron actuaciones de múltiples puntos.