Puede que no haya un misterio más grande en esta temporada, que el contraste que viven los Kings en casa y en la carretera. Fuera de Los Ángeles, el club no sólo ha brillado desde el inicio de la campaña, sino que ha alcanzado alturas históricas, mientras que en su propio hielo, ha sido un equipo del montón.
Los Kings superaron el martes a los Sharks 4-1 en San José para mejorar su récord en la ruta a 13-1-1. Además de ser, por mucho, el mejor registro para cualquier escuadra este año fuera de casa, representa la mayor cantidad de triunfos para un equipo en la historia de la NHL tras sus primeros 15 encuentros fuera de casa en una temporada.
Sin embargo, 24 horas más tarde, mostraron su otra versión de local, esa que los ha hecho ganar apenas cinco de 14 juegos (5-6-3). Eso, después de caer el miércoles en el Crypto.com Arena de Los Ángeles con resultado de 2-1 ante el Kraken.
De esa manera, los Kings han perdido tres de sus últimos cuatro compromisos en su propio hielo, en donde suman apenas 42 goles en total, ubicándose en el 24to lugar en la liga en tantos en casa. Como contraste, el club es segundo en anotaciones como visitantes, con 59 goles fuera de Los Ángeles.
En general, con el revés del miércoles ante Seattle, Los Ángeles tiene récord en el año de 18-7-4 (40 puntos), afianzados en el tercer lugar de la División del Pacífico, a seis puntos de Vancouver y a siete de Vegas por los primeros dos lugares y con nueve unidades de ventaja sobre Calgary.
De nuevo, ese contraste entre las dos versiones continúa siendo una interrogante sin respuesta para los Kings. Sin embargo, el partido del miércoles ofreció algunos motivos para entender la diferencia, al menos entre los últimos dos encuentros.