Para un equipo en reconstrucción, no hay mejor noticia que ver la evolución esperada de sus jugadores más jóvenes. Cuando las expectativas colectivas de una temporada están virtualmente perdidas, la esperanza de la competitividad en un futuro recae sobre ese concepto.
Este es el caso de los Chicago Blackhawks, quienes se encuentran actualmente como el equipo con menos puntos en la NHL, sumando un récord de 14-25-2 (30 unidades), aun con el triunfo obtenido el miércoles ante el Colorado Avalanche en el United Center con marcador de 3-1.
Pero a lo largo de esta primera mitad de la temporada 2024-25, la evolución específicamente de Connor Bedard ha sido digna de destacar, en especial en los últimos días, cuando el joven de 19 años y vigente ganador del Trofeo Calder — al Novato del Año — parece haber alcanzado un nuevo nivel.
El miércoles, con un gol y una asistencia ante el Avalanche, Bedard alcanzó un tope personal al hilvanar una cadena de ocho juegos consecutivos sumando al menos un punto, algo poco inusual para un jugador adolescente en la NHL.
Y es que el joven delantero no sólo lideró a los Blackhawks con otra destacada jornada, sino que también se consolidó en la historia de la franquicia y de la NHL. Con la asistencia en el gol inicial de Ilya Mikheyev y su propio tanto en el tercer período, Bedard empató a Patrick Kane con 65 asistencias como adolescente, ocupando el segundo lugar en la historia de los Blackhawks, sólo por detrás de Eddie Olczyk (80).