Los Carolina Hurricanes ofrecieron el domingo una exhibición del porqué son uno de los equipos vistos como contendientes a la Stanley Cup en la temporada 2024-25.

Con un gol de Sebastian Aho en tiempo extra, los dirigidos por Rod Brind’Amour superaron 4-3 a los Pittsburgh Penguins en el Lenovo Center para mejorar su récord en el año a 24-14-2 (50 puntos) y sacar ventaja de nueve unidades sobre sus rivales del domingo en la lucha por el tercer lugar de la División Metropolitana, colocándose al mismo tiempo a uno y cinco puntos de los New Jersey Devils y Washington Capitals por los dos primeros lugares, respectivamente.

Pero antes, los Hurricanes tuvieron que sacar varias de sus principales herramientas para salir con el triunfo. Primero, volvieron a destacar en un aspecto que lo ha caracterizado muy bien últimamente; defender la casa.

Los Hurricanes son el quinto mejor equipo en casa en la NHL este año, registrando marca de 15-5-0 en el Lenovo Center, mientras que en calidad de locales, cuentan con el segundo mejor porcentaje de neutralización de la liga (88.5%), algo que resultó útil el domingo, considerando que los Penguins se fueron de 3-0 en situación de Power Play, quienes venían de anotar al menos un gol en dicha instancia en sus últimos cinco compromisos.

PIT@CAR: Aho empuja un rebote para finiquitar el encuentro

Adicionalmente, después de verse abajo 2-0 tras la finalización del primer período, Carolina logró remontar el resultado para forzar el tiempo extra y eventualmente la victoria. De esta manera, el equipo cosechó su tercera remontada de múltiples goles de la temporada. Sólo Seattle (5), Vegas (4), Anaheim (4) y Colorado (4) tienen más remontadas de este estilo. Y para conseguir todo esto, fueron los nombres importantes de los Hurricanes quienes dieron un paso al frente. En especial Aho y Seth Jarvis.

El impacto de Aho fue evidente desde el primer momento. Su gol decisivo en tiempo extra, tras un rebote de un disparo de Dmitry Orlov, no sólo selló la victoria sino que marcó su punto número 600 en la NHL, convirtiéndose en el tercer jugador en la historia de la franquicia en alcanzar ese hito, uniéndose a Ron Francis y Eric Staal. Lo hizo en 638 juegos, superando por 26 partidos al propio Staal, cuyo número será retirado en los próximos días en el Lenovo Center.

Además, Aho se consolidó como el líder en goles de oro en la historia de la franquicia y entre jugadores finlandeses, con 14 tantos en tiempo extra, superando a Olli Jokinen.

“No me siento cansado cuando tengo el disco”, comentó Aho tras el partido, luego de haber ingresado al hielo pasados los primeros siete segundos de la prórroga, y se mantuvo ahí hasta la definición del choque. “Cuando estás persiguiéndolo, es mucho más difícil. Hoy, las cosas simplemente salieron a nuestro favor”.

El entrenador Brind’Amour no escatimó en elogios para su estrella: “Tuvo un gran juego. Pude ver en su lenguaje corporal que no quería salir del hielo. A veces, cuando un jugador está en esa sintonía, sabes que es mejor dejarlo ahí. Fue probablemente el mejor jugador en la pista esta noche”.

Aunque Aho fue el héroe indiscutible, el papel de Seth Jarvis fue igualmente crucial. Con dos goles y una asistencia, Jarvis alcanzó los 100 pases de gol en su carrera, siendo el tercer jugador de su clase del Draft 2020 en lograrlo, después de Tim Stützle y Lucas Raymond. Sus tres puntos del domingo marcaron su noveno juego de tres puntos en su joven carrera y el tercero en esta temporada.

“Después del juego de anoche, me fui muy molesto conmigo mismo”, confesó Jarvis, quien había acumulado siete partidos sin anotar. “Hoy fue un alivio poder capitalizar las oportunidades y recuperar la confianza”.

El segundo período fue un punto de inflexión para los Hurricanes, quienes dominaron completamente a los Penguins, con Jarvis y Jalen Chatfield destacándose en el marcador.

Pittsburgh Penguins v Carolina Hurricanes

“Se trata de simplemente querer más que ellos”, explicó Jarvis en específico sobre el éxito de los Hurricanes el domingo con el penalty kill frente a Pittsburgh.

Para los Penguins, que perdieron su segundo juego en fila en tiempo extra, la noche fue de frustración. “Nos superaron en todo en el segundo período”, dijo el entrenador Mike Sullivan. “No ganamos batallas por el disco, y eso nos costó el partido”.

La victoria también marcó el fin de una semana intensa para los Hurricanes, quienes venían de una derrota 4-0 frente a Minnesota el sábado. Brind’Amour resaltó la capacidad del equipo para recuperarse.

“Hay que darle crédito a los muchachos por cómo manejaron las cosas esta noche”, señaló. “Nos mantuvimos firmes, y creo que conseguimos lo que merecíamos”.

Sebastian Aho y Seth Jarvis demostraron una vez más por qué son las piezas clave de un equipo que sigue mostrando su potencial. Y mientras los Hurricanes sigan contando con actuaciones de esta magnitud, los sueños de Stanley Cup en Carolina seguirán más vivos que nunca.

Por lo pronto, el club viajará a Tampa para enfrentarse al Tampa Bay Lightning el martes.

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