Además de eso, puede que ese ajuste empiece por los inicios de los partidos. Los Oilers han sido la mejor escuadra de la postemporada en los primeros períodos, con un diferencial de goles de +13, mientras que Florida se ubica en el foso, empatado con el Colorado Avalanche, con -6.
“Tenemos que empezar mejor”, comentó el defensor Brandon Montour. “Pareciera que son ellos quienes siempre anotan primero, y es entonces cuando perdemos un poco de impulso. De nuevo, tenemos que iniciar bien y mantener el impulso hasta el final”.
Para los Panthers, este entrenamiento fue serio. En los anteriores que habían tenido en esta serie, e incluso en las rondas previas, los jugadores del club se veían bromeando, mientras patinaban con calma. Esta vez, no. Para Florida, llegó el momento de cerrar el negocio.
“No importa qué pasó para llegar hasta este punto. Es algo que resulta muy fácil de olvidar”, dijo Tkachuk. “Todo se resume en esto. ¿Cómo no puedes estar emocionado por algo así? Es una oportunidad increíble. Sí, quieres recordar las cosas buenas que hiciste para llegar aquí, y lo que te sirvió para vencer a estos chicos antes, pero no lo sé, yo solo estoy intentando olvidarme de todo y saltar al hielo para ganar un juego”.
Ese es el ambiente que rodea a los Panthers ahora. Intentando balancear el peso histórico que están enfrentando, pero al mismo tiempo dar un paso hacia atrás y valorar el hecho de estar en esta posición.
“Yo fui uno de esos niños que jugaban en solitario e imaginaba estar en un escenario de un Juego 7”, recordó el capitán Aleksander Barkov. “Recuerdo esos momentos. Y ahora se vuelven realidad. Este es un instante emocionante para ser un jugador de hockey profesional”.
Los Panthers tendrán además la posibilidad de jugarse su temporada en casa, donde han ganado ocho de los 12 partidos que han disputado en estos Playoffs de la Stanley Cup, frente a un público que tendrá más de 10 días esperando por el decisivo triunfo de su equipo. Y ese factor es lo que parece motivar a la plantilla de Florida a dar el paso adicional.
“Lo que más me emociona es el hecho de poder jugar [este partido] frente a nuestros seguidores”, afirmó Tkachuk. “Son increíbles y han sido cruciales para nosotros. Sabemos que han estado esperando por este juego. Mira, quizás sea el partido más importante en la NHL en no sé cuántos años. Los fans estarán muy emocionados y nosotros no vemos la hora”.
Llegó el momento. No hay margen de error para ningún equipo. Ambos se dieron el lujo de perder tres partidos consecutivos, y aun así tener la oportunidad de alzar la cotizada Copa. Ganar o irse a casa, de eso se trata el Juego 7 de la Final de la Stanley Cup, el momento que todo niño sueña, y que los jugadores de los Panthers y los Oilers podrán vivir el lunes en Sunrise.