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Fue otra semana movida en las redes sociales de la NHL. Estos son los mejores momentos.

Empezamos con un amor especial, el de abuela. El martes, la abuela de Darren Raddysh, de 94 años, se estaba divirtiendo en la Amalie Arena. La abuela Lorraine, como la llaman cariñosamente, apareció en la pantalla gigante del estadio sonriendo y bailando mientras veía a su nieto y al Tampa Bay Lightning enfrentarse a los Philadelphia Flyers. Cabe mencionar que fue el primer partido de la NHL en su vida para la abuela Lorraine.

“Tenerla aquí en su primer partido de la NHL fue increíble”, dijo Raddysh durante las entrevistas después del juego. “No puede viajar mucho, pero tuvo la suerte de venir a Tampa desde Toronto, así que fue un momento especial para mi familia y para mí”.

Mucho verde

El lunes fue el Día de San Patricio y no pudo faltar el color verde en la indumentaria de los equipos de la NHL de cara a sus partidos de la noche.

Boston llegó con camisetas verdes, que tienen el logo de los Bruins en el centro, coloreado en verde y rojo, con un gran trébol de fondo. El suéter también tiene duendes en las mangas junto con el número de cada jugador.

Por su parte, los Columbus Blue Jackets adoptaron un estilo diferente. Usaron collares de trébol sobre sus trajes al entrar a la arena. El delantero Zach Aston-Reese fue un paso más allá, llevando una caja de cereal Lucky Charms para entrar en el espíritu festivo del día.

Y los Toronto Maple Leafs también se vistieron de verde el lunes. Portaron jerseys especiales durante los ejercicios de calentamiento y decoraron la Scotiabank Arena para la celebración.

El 1,000 en la espalda

El domingo se vivió un festejo especial en el Enterprise Center. Todo el equipo de los St. Louis Blues usó camisetas especiales en honor a su capitán Brayden Schenn por haber jugado su partido número 1,000 en la NHL. Cada jugador lució una casaca con el número 1,000 y “Schenner” en la espalda.

Schenn alcanzó este hito el pasado 27 de febrero en la carretera.

Después de los ejercicios de calentamiento, el equipo llevó a cabo una ceremonia en honor a Schenn, en la que estuvieron presentes su esposa, Kelsey, sus dos hijos y sus padres, Rita y Jeff. La ceremonia incluyó un video destacado con sus logros a lo largo de sus primeros 1,000 juegos, incluyendo su primer gol en la NHL durante el Winter Classic 2012 con los Philadelphia Flyers y su conquista de la Stanley Cup en 2019 con los Blues.

Schenn recibió los regalos tradicionales por alcanzar este logro, incluyendo una pintura especial y un cristal de Tiffany, y luego recibió su palo de plata honorario de manos de su padre, quien también fue su primer entrenador. Para cerrar la ceremonia, el equipo proyectó un mensaje en video de su hermano, Luke Schenn, quien también alcanzó el hito de 1,000 juegos esta temporada con los Nashville Predators.

Los 1,000 de MacKinnon

El Colorado Avalanche también celebró el número 1,000 el domingo. Nathan MacKinnon alcanzó esta cifra icónica y el equipo tuvo una ceremonia para conmemorar la ocasión.

Durante la ceremonia previa al partido ante los Dallas Stars, el compañero de equipo de MacKinnon, Gabriel Landeskog, hizo una aparición especial para entregarle el tradicional bastón de oro en honor a su logro.

La afición estalló en aplausos cuando Landeskog salió al hielo durante la ceremonia. Landeskog actualmente es el capitán de los Avalanche a pesar de una lesión. Ayudó en el primer gol de MacKinnon en la NHL en 2013, y juntos ganaron la Stanley Cup en 2022. MacKinnon alcanzó la marca de 1,000 puntos el 10 de marzo, después de registrar su primer de dos asistencias contra los Chicago Blackhawks en la Ball Arena.

El audaz Hellebuyck

El portero de los Winnipeg Jets, Connor Hellebuyck, hizo una extraordinaria atajada sobre la línea de gol después de perder el control del disco contra los Vancouver Canucks el martes.

Con el marcador 1-0 en contra en el primer periodo, Hellebuyck salió a jugar el disco que los Canucks habían enviado al área. Luego, se lo entregó al delantero de los Canucks, Jonathan Lekkerimaki, quien se coló detrás de él con la presión. Hellebuyck rápidamente patinó de regreso a la portería y detuvo el disco con su bastón extendido sobre la línea de gol.

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