recap game 7

Luego de tres amargas derrotas de forma consecutiva, los Florida Panthers, le dieron fin a 30 años de sufrimiento, al llevarse la victoria 2-1sobre los Edmonton Oilers en el séptimo y decisivo partido de la Final de la Stanley Cup, para de esa manera lograr el primer campeonato de su historia y celebrar ante casi 20 mil de sus aficionados que se dieron cita en la Amerant Bank Arena.

“No es un sueño, ahora es una realidad”. Expresó Matthew Tkachuk después del partido entre lágrimas. “No puedo creer lo bendecido que he sido durante los últimos dos años de mi vida. Es una copa especial, por lo hermoso que es este grupo y por tener la oportunidad de celebrar en casa con nuestros aficionados y frente a mi familia, yo quería ganar por todos ellos”.

Carter Verhaeghe en el primer período y Sam Reinhart en el segundo, fueron los responsables de sellar la victoria más importante en la historia del hockey en el sur de Florida. Sin embargo, en cuanto a nivel colectivo, el mayor peso estuvo en una defensa que bloqueó 17 remates, robó el disco en 12 oportunidades, dejando sin goles a Leon Draisaitl en toda la serie y McDavid sin puntos en los últimos dos juegos de la serie.

“Para ser completamente honesto, no puedo creer que finalmente lo hayamos logrado”. Expresó el capitán de los Panthers, Aleksander Barkov, quien junto a Tkachuk, lideraron al equipo con 22 puntos en esta postemporada. “Ha sido un camino épico hasta aquí. Probablemente tendré más palabras luego, pero por ahora sólo puedo decir que es increíble vivir esto”, agregó el jugador que se convirtió en el primer finlandés en capitanear a un equipo ganador de la Stanley Cup.

Inspirados por una leyenda

Todo comenzó bien en el llamado “Estado del sol”. Pues los locales, animados por el ex portero de la franquicia e integrante del Salón de la Fama del Hockey, Robert Luongo, salieron con amplia intensidad y se fueron arriba a los 4:27 del primer período, cuando Carter Verhaeghe se plantó frente a la red de los Oilers y desde allí, logró desviar un tiro de larga distancia para superar al portero Stuart Skinner, llegando a 11 goles en la postemporada, siendo su segundo tanto en la Final de la Stanley Cup.

“No se trata de nada individual, sino de poder colaborar siempre. Creo que ese fue uno de nuestros mejores períodos en los juegos más recientes de la serie”. Puntualizó un Verhaeghe que con ese tanto rompió una sequía de cinco encuentros en blanco. “Lo que importa es que nos colocamos en una buena posición para ser productivos”.

Sin embargo, la respuesta de Edmonton llegó de forma rápida en el parcial inaugural, cuando Cody Ceci sacó un pase profundo y logró conectar con Mattias Janmark, quien tras dejar atrás a dos defensas rivales, venció al portero Sergei Bobrovsky con en el mano a mano, para empatar las acciones 1-1 a los 6:44 de la fracción con su cuarto gol en los playoffs y el segundo en la final ante Florida.

SCF J7: Reinhart pone arriba a Florida

Durante los primeros instantes del segundo período, el entrenador de los Panthers, Paul Maurice declaró para la cadena ESPN: “Estamos haciendo muchas cosas bien, jugando de la forma correcta”. Parte de esa eficacia fue la defensa, logrando limitar a Edmonton a pesar de tener que defender un Power Play.

Las palabras del estratega cobraron una mayor relevancia a los 15:11 de la segunda fracción, cuando apareció el máximo goleador del equipo en la ronda regular, Sam Reinhart (57 tantos), quien con mucha paciencia controló el disco antes de quemar la red con un tiro de media distancia para el 2-1, llegando a 10 tantos en los playoffs y a dos en la final ante los Oilers.

El ritmo cambió todo para Florida y es que después del gol de Reinhart, la afición se metió de lleno en el partido coreando “We Want the Cup” (Queremos la copa), aupando a una defensa que fue clave para los Panthers, pues nuevamente dejó sin daños a la dupla de Edmonton; Connor McDavid y Leon Draisaitl, quienes fueron limitados a sólo dos tiros, ambos por parte de McDavid.

Las cosas empeoraron para los Oilers en el tercer período, pues a lo largo de los 10 minutos iniciales del segmento, continuaron siendo víctimas de una “muralla roja” creada por Florida que controló el disco en la zona neutral y cada vez que los principales delanteros rivales; McDavid, Draisaitl y Zach Hyman tomaron el disco, fueron limitados debido a la presencia de una doble marca efectiva.

Quizás la mayor expresión de sacrificio defensivo, llegó en los últimos siete minutos del tiempo reglamentario, cuando el portero Bobrovsky detuvo tres disparos en fila y en el tercero, cedió un rebote tomado por McDavid, pero allí, aparecieron Brandon Montour y luego Gustav Forsling para anular la amenaza, en una secuencia que terminó con el guardameta ruso protegiendo el disco en la línea de gol.

De esa manera, el reloj se sumó a la adversidad de los Oilers, quienes después de marcar 18 goles para forzar el séptimo juego, no pudieron pasar de uno, ni siquiera cuando el entrenador Kris Knoblauch sacó al portero Skinner, lo que dejó la copa en manos de unos Panthers que sellaron con el triunfo 2-1.

Bobrovsky, quien con el triunfo dejó su marca invicta en 2-0 en los Juegos 7 de una serie de playoffs, terminó la noche con 20 remates detenidos para alzar por primera vez la Stanley Cup en una carrera de 14 años, dos trofeos Vezina como el mejor de su posición y un total de 794 encuentros disputados, incluyendo la postemporada.

“Quiero dedicarle este título a Dios, porque sin él no soy nada”. Fueron las primeras palabras de Bobrovsky, quien ahora inscribirá su nombre en la Stanley Cup. “Fue una final con mucha intensidad, ciertamente pasamos por momentos duros, pero nunca perdimos la calma. Este es un grupo maravilloso que sabe cómo responder y me llena de mucha alegría hacerlo frente a una afición que ha sido maravillosa desde el primer día en que llegué aquí”.

La victoria fue especial, pues después de una carrera de 1849 partidos en 26 años como entrenador de los Winnipeg Jets, Calgary Flames, Toronto Maple Leafs, Hartford Whalers (hoy en día llamados Carolina Hurricanes), Paul Maurice, finalmente con los Florida Panthers, consiguió el primer título como estratega en la NHL.

“No puedo hablar”. Expresó Maurice, quien interrumpió su entrevista en vivo con la cadena ESPN para recibir la Stanley Cup, en manos del portero suplente Spencer Knight y tras recibir el trofeo, lo besó, cerró los ojos y lo alzó en medio de una ovación ensordecedora. “Nada ha sido fácil para esta franquicia, al punto de que tuvimos que perder tres juegos antes de poder alzar la primera copa en la historia de la franquicia”, agregó el estratega lleno de emociones.

La otra cara de la moneda

A pesar de la dolorosa derrota en el Juego 7, los Edmonton Oilers son apenas se convirtieron el tercer equipo en la historia de la NHL, que logra borrar un déficit de tres 3-0 y forzar el Juego 7 en una Final de la Stanley Cup, una característica que llenó de orgullo al entrenador Knoblauch tras culminar todo.

“Quiero felicitar a nuestros jugadores porque lo dieron todo. Es obvio que contamos con grandes figuras en este club y creo que fue por eso que pudimos sumar las victorias necesarias para llegar hasta este punto. Fuimos capaces de responder contra la pared no sólo en esta final, pero en la ronda regular y en los playoffs”.  Expresó el estratega de los Oilers, quien felicitó a sus rivales de Florida. “Dimos un gran esfuerzo, aunque nos quedamos algo cortos y perdimos frente a un equipo que realmente se merece haber ganado la copa”.

En lo individual, Connor McDavid, se convirtió en el sexto jugador en ganar el Conn Smythe Trophy (MVP de los playoffs), mientras jugaba para el equipo perdedor y el primero desde el portero Jean-Sebastien Giguere, quien lo hizo con los Mighty Ducks de Anaheim en los playoffs de 2003. “Duele, duele mucho. Sabíamos que iba a ser un partido duro, pero lo dimos todo, somos un grupo que no se rinde y estuvimos muy cerca. Realmente estoy orgulloso de portar esta camiseta”.

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