En medio de la algarabía generada por haber vencido a los Edmonton Oilers para alzarse como campeones de la NHL por primera vez en su historia, los jugadores de los Florida Panthers parecían acordar, al unísono, una opinión sobre un tema en particular: Aleksander Barkov es el mejor jugador que haya tenido la franquicia.
La Stanley Cup sirvió para consagrar varios legados, como el del entrenador Paul Maurice, quien logró el campeonato por primera vez luego de una carrera de más de 30 años en la banca. Quizás también el del portero Sergei Bobrovsky, ganador de dos Trofeos Vezina, al mejor guardameta de la temporada, quien a sus 35 años logra alzar la Copa por primera vez. Incluso el legado del equipo como tal, conquistando la gloria en su temporada número 30 de existencia.
Pero al mismo tiempo, Barkov estaba cimentando su legado como el ‘Señor Panther’.
Y es que el delantero, oriundo de Finlandia pero de padre ruso, ganador de dos Trofeos Selke al mejor delantero defensivo —incluyendo el de la pasada campaña— se ha convertido en la cara del hockey en el Sur de Florida desde el momento en el que fue seleccionado en el Draft de 2013.
Desde entonces, Barkov ha roto cualquier cantidad de récords individuales para la franquicia en los 11 años que tiene con ella. Sin embargo, lo hecho en estos Playoffs de la Stanley Cup parece ponerle la cereza al pastel cuando se trata de identificarlo como el mejor exponente en la historia de los Panthers.