El partido no pudo comenzar mejor para Anaheim. Apenas 56 segundos después del inicio, Olen Zellweger disparó desde la línea azul y venció a Jake Oettinger con un tiro que se coló en la portería como un pitcheo en "sinker" de béisbol, como lo describió el delantero de Dallas Matt Duchene.
La anotación no sólo marcó el ritmo para los Ducks, sino que también reafirmó el gran momento del joven defensor de 21 años, quien se ha convertido en una de las piezas fundamentales del equipo. Zellweger, con puntos en juegos consecutivos, se unió a un selecto grupo de defensores de Anaheim menores de 21 años que han logrado esta hazaña, compartiendo la distinción con figuras como Cam Fowler y Oleg Tverdovsky.
Pero el dominio inicial de los Ducks no terminó ahí. Brett Leason, quien tuvo la mejor noche de su carrera con un gol y dos asistencias, fue el principal motor ofensivo del equipo. El delantero anotó el tercer gol del partido y participó en jugadas clave que desarticularon a la defensa de Dallas.
"Fue uno de esos juegos en los que el disco simplemente encontraba mi bastón. Pudimos jugar rápido y con buena transición en la zona neutral, manteniéndonos simples", comentó Leason al final del encuentro. Su capacidad para leer el juego y generar oportunidades fue crucial para construir una ventaja de 3-0 que parecía definitiva.
Pero los Stars, un equipo conocido por su capacidad de respuesta, no se quedaron de brazos cruzados.
Mason Marchment y Wyatt Johnston anotaron en el tercer periodo, reduciendo la ventaja a 3-2 y poniendo a prueba la resiliencia de los Ducks. En ese momento, Lukas Dostal emergió como una figura clave bajo los tres postes de los visitantes. Con 34 salvadas, el joven portero mostró calma y determinación, especialmente en momentos críticos cuando Dallas intensificó la presión.
"La clave fue que pude ver el puck desde la línea azul, y los chicos hicieron un gran trabajo bloqueando a los rivales", señaló Dostal, quien ha sido una pieza confiable para Anaheim esta temporada.
A pesar del empuje de Dallas, Anaheim resistió. Sam Carrick aseguró la victoria con un gol ante la portería desguarnecida en los últimos minutos, poniendo fin a la maldición de nueve años en Dallas y, de paso, dejando un mensaje claro: Estos Ducks están dispuestos a competir.
Para Dallas, este resultado fue una oportunidad perdida, como señaló Duchene: "A veces jugamos al nivel percibido del rival en lugar de mantener nuestro estándar. Eso nos costó hoy." El entrenador Pete DeBoer también reconoció que este tipo de partidos son inevitables en una temporada larga y enfatizó la importancia de responder adecuadamente en los próximos encuentros.