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Daniel Ovadía ha logrado establecerse como uno de los chefs más reconocidos en México durante los últimos 15 años, inaugurando restaurantes que han marcado pauta en la cocina de su país. Sin embargo, años antes de su éxito en la gastronomía, el hockey fue su primer amor, uno incondicional que se ha mantenido vivo hasta la fecha.

Esta es la historia de un mexicano que ha logrado trascender de manera internacional, poniéndole sazón a la vida, disfrutando el sabor del hockey como jugador y aficionado.
Su destino estaba en el hielo
Daniel Ovadía comenzó a jugar hockey desde los seis años, en una época donde las pistas en la Ciudad de México eran escasas. El hielo siempre estuvo en su destino, pues varios integrantes de su familia patinaban a buen nivel, incluyendo su abuela materna, originaria de Hungría, quien formó parte del reconocido espectáculo Holiday on Ice.
"Mi papá nunca pensó en meterme al futbol", recordó Ovadía. "En mi familia siempre era el tema del hielo, buscaban que yo jugara hockey".
Al no existir una categoría para su edad, Daniel tuvo jugar con niños mucho mayores que él, lo cual reconoce que le ayudó a levar rápidamente su nivel. A los 8 años, empezaron sus viajes constantes a Canadá para clínicas y entrenamientos en la Universidad de Guelph y poco después su participación en el reconocido torneo Pee-Wee de Quebec.
El roce internacional continuaría ya durante su adolescencia, cuando a los 15 años pudo jugar un torneo de desarrollo internacional en Okanagan, Columbia Británica, donde fue reclutado por la selección de Estados Unidos.
También destaca el Torneo Azteca en México, donde pudo enfrentar a una filial de los Dallas Stars y a importantes prospectos europeos entre los que destacaba Dainius Zubrus, el primer lituano que jugó en la NHL.
"Los chavos se quedaban en las casas de los jugadores mexicanos", comentó Ovadía. "Era una relación muy bonita, fue un torneo para relacionarnos con de gente de hockey alrededor del mundo".

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De la pista a la cocina
Con el cierre de la pista Sportica, donde Daniel desarrolló gran parte de su juego, llegó la difícil decisión de tomar una pausa en el hockey a los 19 años para comenzar la universidad. Al mismo tiempo, le surgió la idea de trabajar en restaurantes, para poder satisfacer una inquietud que tenía desde niño.
"La cocina siempre fue mi pasión", dijo Ovadía. "Así como recuerdo nuestros viajes relacionados al hockey, recuerdo los fines de semana donde siempre salíamos a comer en familia".

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Daniel comenzó a trabajar en el restaurante mediterráneo de un amigo de su papá, ocupando todo tipo puestos para aprender bien el negocio. Fue ahí donde recibió la oportunidad de preparar un menú para la pascua judía, el cual dejo bastante satisfechos a los comensales y a la gerencia del establecimiento.
Fue en ese momento cuando Ovadía se dio cuenta que amaba la cocina y que haría lo posible para seguir cumpliendo sus metas en ese ramo. Solo dos años después logró abrir su primer restaurante de comida mexicana iniciando una carrera que incluye viajes por más de 50 países y formar un grupo gastronómico que cuenta con 22 establecimientos y nueve conceptos diferentes.
Además de su amor y dedicación hacia su profesión, Daniel cuenta con una filosofía de vida aprendida en el deporte y aplicada a la cocina.
"El hockey es un deporte explosivo, entras unos segundos a darlo todo, descansas dos minutos y después vuelves a explotar", mencionó Ovadía. "En la vida y en el trabajo tengo que ser explosivo, desacelerar para analizar lo que hice y volver a explotar".

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El regreso al hielo
Daniel tiene dos hijos pequeños los cuales empezaron a patinar desde los dos años y actualmente forman parte del programa México City Jr. Kings en la pista Ice World Santa Fe. Al llevarlos a los entrenamientos fue donde surgió la 'cosquilla' de regresar a jugar y poco después se integraría a torneos en la pista de Interlomas, al poniente de la capital mexicana.
Al encontrarse con viejos amigos del hielo, llegaría una invitación para jugar la reciente Latam Cup en Florida, en la cual estuvo entre los lideres de puntos del equipo México Lobos. Daniel reconoce que, a pesar de múltiples lesiones a lo largo de los años, sabía que, si regresaba al hockey, tenía que regresar con todo.
"Hace muchísimo tiempo que no participaba un torneo internacional y fue algo increíble", mencionó Ovadía. "Compartirlo con mis hijos y mi esposa fue la experiencia máxima".