Si parece que la presión recae ahora sobre los Florida Panthers, es porque así es. Después de perder los últimos dos partidos, con la oportunidad de ganar la Stanley Cup por primera vez en su historia, el equipo floridano se encuentra en una situación en la que está obligado a triunfar en un territorio hostil como el de Edmonton, si no quiere perder la ventaja que obtuvieron al ganar los primeros tres encuentros y jugarse su suerte en un crucial Juego 7.
Sin embargo, dentro del vestuario de los Panthers la percepción parece diferente. Incluso después del traspié del martes en casa, reina una relativa calma. La confianza en su estilo de juego parece estar intacta. De hecho, el revés en el Juego 5 podría haber reforzado ese pensamiento.
Hablando con la prensa el miércoles, el entrenador de Florida, Paul Maurice, hizo hincapié en esto, reconociendo al mismo tiempo que su equipo se encuentra en un momento crítico para controlar sus emociones y mantener la concentración en su estilo de hockey, entendiendo que siguen teniendo una ventaja de 3-2 sobre los Edmonton Oilers en la Final de la Stanley Cup.
"Mira, es real. Experimentas esa oleada de adrenalina antes de los juegos, pero una vez que empiezan, intentas ser más estratégico", explicó. "Pero así son los deportes profesionales, esa es la esencia de este trabajo. Y es la mejor parte, algo que no puedes replicar de otra forma".
Pero esa es la tarea actual de Maurice: ayudar a sus jugadores a canalizar esas emociones en el momento adecuado, evitando que los dos últimos partidos condicionen lo que está por venir.