No obstante, el entrenador en jefe del equipo, Kris Knoblauch, envió un mensaje a sus jugadores previo al arranque del Juego 4 el sábado por la noche, en el que enfatizó que a la temporada todavía le quedaban 10 días (un escenario que solo ocurriría si Edmonton gana los siguientes tres partidos para forzar a un séptimo). A esas escasas probabilidades se aferran los Oilers, a pesar de que en unas horas todo podría terminar.
“Creo que hay un par de razones, la primera es que este es el día 271 de la temporada”, dijo Knoblauch este domingo cuando se le preguntó por qué insistía con el tema de los 10 días restantes de la temporada. “Los muchachos han estado esforzándose por largo tiempo para llegar aquí y se están apoyando los unos a los otros, les gusta pasar tiempo juntos y quieren ganar”.
Y añade Knoblauch: “Y creo que eso los tranquiliza. Llevamos mucho tiempo trabajando en esto, disfrutémoslo lo que nos queda y no nos queda mucho, así que aprovechémoslo al máximo e intentemos extenderlo lo máximo posible. Estamos contra la pared, y sé que Connor Brown había hablado de ello ayer después del partido acerca de que estamos en nuestro mejor momento. Hemos estado muchas veces contra la pared a lo largo de la temporada”
Después de llevarse el Juego 4, Edmonton ahora busca recuperarse de un déficit de 3-1 en la serie. Casi la mitad de las 38 series de la Final de la Stanley Cup en las que un equipo enfrentó un déficit de 3-1 se extendieron al Juego 6 (45%; 17 de 38). Uno de esos casos lo lograron los Oilers de 2006, quienes se sobrepusieron a un déficit de 3-1 en la serie para forzar un Juego 7, aunque eventualmente cayeron ante los Carolina Hurricanes.