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La historia de la National Hockey League es una de las más convincentes de los principales deportes profesionales. Cada semana, NHL.com/es te lleva al interior de la fundación y evolución de la liga, con episodios puntuales. En esta entrega, la mirada se enfoca en aquellos equipos que, por su gran éxito lograron construir dinastías, a lo largo de una competencia que supera los 100 años.

Dinastía. Una palabra que se relaciona con éxito y más aún, con continuidad. En cada deporte profesional existen franquicias que, gracias a la confección de sus nóminas, desarrollo de talento joven y la ejecución de su juego, han logrado conformar supremacías por un período determinado. La realidad es simple, no se puede hablar de dinastía cuando no se ganan campeonatos y aunque parezca injusto, no hay un premio para el segundo lugar.
En el béisbol, los New York Yankees, en el fútbol europeo Real Madrid, Barcelona, Bayern Munich y Manchester United, son algunas de las franquicias que se han alzado como dinastías. Lo mismo se puede decir en el baloncesto de la NBA, con los Chicago Bulls, Los Angeles Lakers y los Boston Celtics. De igual forma, los San Francisco 49ers, New England Patriots y Pittsburgh Steelers, son merecedoras del estatus.
Y así, llegamos al hockey de la NHL. Partiendo por el principio de que las dinastías no sólo se limitan a aquellas franquicias que han conseguido títulos consecutivos. El espectro, incluye a equipos con múltiples campeonatos dentro de un período entre cinco y diez años. A continuación una mirada a las organizaciones más dominantes de la historia.
Leer más: [La Historia de la NHL: "The Original Six"]
Ottawa Senators
En su etapa inicial, el conjunto canadiense formado en 1883 se unió a la NHL como uno de los primeros cuatro equipos en conformar la liga, manteniéndose en la competencia hasta la campaña de 1933-1934 y aunque en 1992 la ciudad volvió a contar con un equipo de hockey profesional, ambas instituciones han dejado claro que sus respectivas historias, están separadas.
Por ello, el enfoque va directo a los Senators que comenzaron con el arranque de la NHL en la temporada 1917-18.
A partir del año de 1919 y hasta 1927, Ottawa dominó la competencia con un total de cuatro campeonatos en ocho años. Independientemente de que sólo cuatro equipos participaban en el torneo, no se puede ignorar la llamada "Era de Plata" (Silver Era) cuyo nombre se debe al constante éxito de la franquicia.
Parte del dominio de los Senators de aquella época, se debió a jugadores como Cy Denneny, considerado entre los mejores delanteros del momento, así como también el portero Clint Benedict, quien en 1924 fue traspasado a los Montreal Maroons, franquicia con la que eventualmente se convirtió en el primer guardameta en utilizar una máscara protectora en la NHL, durante la campaña de 1929-30.
Toronto Maple Leafs
Aunque durante la década de los años 30, los Montreal Canadiens y los Detroit Red Wings, consiguieron dos campeonatos consecutivos cada uno, sería Toronto, el primer equipo en la era de los "Original Six", que tras la expansión de la liga a seis franquicias, logró establecerse como la gran dinastía, gracias a la conquista de cuatro coronas de la Stanley Cup, tres de ellas de forma consecutiva, pues tras ganar en 1942, el club repitió en 1947, 1948 y 1949.
Dos nombres destacan en la construcción de esta dinastía; Conn Smythe y Frank Selke. Quizás, ambos puedan resultarle familiar en la actualidad, debido a que dos de los trofeos entregados por la NHL, fueron designados en honor a la carrera de ambos. El Conn Smythe Trophy, se entrega al jugador Más Valioso de la postemporada, mientras que el premio Frank Selke, lo recibe el mejor delantero defensivo del año.
Sin embargo sería la visión de Smythe y Selke, desde las oficinas en Toronto, lo que transformó a una franquicia que, comenzó en la NHL sin nombre (fueron reconocidos como Maple Leafs a partir de 1926), para transformarse en sinónimo de éxito y a la vez, ser la casa de íconos del hockey como Ted Kennedy, Syl Apps, Max Bentley, Harry Watson y Bud Poile, todos ellos, exaltados al Salón de la Fama.

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Los Red Wings de "Mr. Hockey"
La temporada de 1949-50, dio inicio a una nueva era dominada por primera vez por un equipo estadounidense; Detroit Red Wings. Liderados por el emblemático Gordie Howe, autor de 1809 puntos en 25 años con esa franquicia (jugó 32 como profesional), el conjunto consiguió ganar cuatro campeonatos en un período de cinco años.
Pero su éxito no sólo se remontó a los playoffs. Durante la ronda regular, entre 1950 y 1955, Howe ganó dos veces el trofeo Hart, como el Jugador Más Valioso y en cuatro ocasiones, se alzó con el Art Ross Trophy, liderando la liga en puntos. Otras figuras que brillaron en aquellos años de gloria para Detroit, fueron Red Kelly, Alex Delvecchio y el portero Terry Sawchuck.
Ted Lindsay, cuyo nombre hoy en día es utilizado en el trofeo que entrega la Asociación de Jugadores de la NHL, a la figura más sobresaliente de una temporada (Ted Lindsay Award), fungió como el socio ideal de Howe en la ofensiva de los Red Wings, que se alzó con el título de forma consecutiva en 1954 y 1955.

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Montreal Canadiens Parte 1
Imposible dejar por fuera de las grandes dinastías, al equipo más ganador en la historia de la NHL. Lo que sucede es que la franquicia ha contado con varias versiones, una más dominante que la otra y, sin hacer juicio de valor, sencillamente nos apegamos a la cronología para destacar la primera etapa de gloria este este club.
Desde 1956 a 1960, nadie pudo superar al representante de Montreal en la lucha por la Stanley Cup. Comenzando por los Detroit Red Wings, quienes fueron destronados por los Canadiens, en el inicio de un camino hacia cinco campeonatos de forma consecutiva.
A lo largo de su primer reinado en la NHL, el conjunto canadiense superó en las finales dos veces a los Boston Bruins, y dos más a los Toronto Maple Leafs. No es de extrañar que un total de ocho jugadores que defendieron la camiseta de Montreal en esos años, actualmente integren el Salón de la Fama.
En medio de tales leyendas, destaca Maurice "Rocket" Richard. En total, el mítico delantero conquistó ocho títulos en su carrera y su nombre, figura actualmente en el trofeo entregado al máximo goleador en una temporada. Alex Ovechkin, de los Washington Capitals, ostenta el récord de más premios de este tipo, gracias a nueve galardones.

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Toronto y Montreal, segunda etapa
Sin dudas, Canadá fue el epicentro del hockey en la década de los años 60.
En primer lugar, los Maple Leafs, liderados por el integrante del Salón de la Fama, Frank Mahovlich, dominaron a plenitud, ganando las finales de 1962, 63 y 64, bajo las órdenes del técnico George "Punch" Imlach, cuyo apodo data de su tiempo como jugador, cuando tras recobrar el conocimiento producto de un impacto, comenzó a golpear a sus compañeros de equipo de los Toronto Goodyears, en la Ontario Hockey Association.
Durante su segunda etapa dorada, Toronto venció a los Chicago Blackhawks y posteriormente a los Detroit Red Wings. Luego de quedarse sin llegar a la disputa por el campeonato por dos años corridos, los Maple Leafs vencieron en seis juegos a los Montreal Canadiens en 1967, año en el que ganarían su última Stanley Cup hasta la fecha.
Después del título de los Chicago Blackhawks en 1961, sólo otro equipo distinto a Toronto, consiguió ganar la corona y fue allí, cuando nació la segunda dinastía de los Montreal Canadiens.
Bajo el mando de Toe Blake y luego Claude Ruel, Montreal se llevó el premio máximo en los años de 1965, 66, 68 y 69. El centro Jean Beliveau, conquistó la primera de sus 10 Stanley Cups, comandando a su equipo con 68 puntos y teniendo como aliados principales a Yvan Cournoyer, Dick Duff y Serge Savard.
Una vez más los Canadiens
Si bien es cierto que en los años 70, los Boston Bruins, de la mano de Bobby Orr, uno de los mejores defensas de todos los tiempos, consiguieron dos campeonatos, misma cantidad que los Philadelphia Flyers, liderados por los integrantes del Salón de la Fama, Bobby Clarke y el portero Bernie Parent, sería injusto pasar por alto la última etapa de gloria vivida en la ciudad de Montreal.
Una nueva camada de talento, encabezada por Guy Lafleur con 125 puntos en la temporada 1975-76, trajo de vuelta la Stanley Cup a la entidad canadiense y por cuatro campañas consecutivas, el trofeo permaneció en esa localidad. El entrenador Scotty Bowman, comenzó a labrar su palmarés, obteniendo sus primeros cuatro campeonatos de los nueve que acumula en total, siendo el técnico más ganador en la historia.
Además de leyendas como Lafleur, Steve Shutt, Guy Lapointe y Larry Robinson, la versión de los años 70 de los Canadiens, contó con el primer y único jugador nacido en Venezuela en ganar la Stanley Cup, el defensa Rick Chartraw, quien en su carrera conquistaría el ansiado trofeo en cinco ocasiones, cuatro de ellas con Montreal y otra más con los Edmonton Oilers.

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Llega Wayne Gretzky pero Islanders dominan
En los años 80 dos equipos acapararon la atención; New York Islanders y los Edmonton Oilers. Durante los diez años, los aficionados vieron el tradicional "paso de bastión" de una franquicia a la otra, pues los neoyorquinos, con sede en Long Island, reinaron desde 1980 hasta 1983, con cuatro coronas consecutivas, hasta ser relevados por el club de la provincia de Alberta.
Gran parte del éxito de los Islanders se debió un tridente conformado por Clark Gillies, Bryan Trottier, y Mike Bossy, tres integrantes del Salón de la Fama, que además de ser tetra-campeones en años seguidos, se combinaron para 1.416 anotaciones.
A nivel individual, Gilles lideró a los Islanders en dos de los cuatro años de gloria, en cuanto a partidos disputados en la postemporada. Trottier ganó los trofeos, Calder(Novato del Año en la 1975-76), Hart(Jugador Más Valioso de la '78-79) y Conn Smythe (MVP de los playoffs en la 1979-80), entre otros galardones. Por su parte, Mike Bossy, también premiado con el Calder Trophy, Conn Smythe y ocho veces seleccionado al Juego de Estrellas, fue el segundo en la historia, en anotar 50 goles en 50 juegos (1980-81), una hazaña, que sólo cinco jugadores han podido lograr.
Como curiosidad adicional, los Islanders, son conocidos popularmente como el equipo, "inspiró la tradición de las barbas" durante los playoffs.
Previo a la final de la Stanley Cup en 1984, Wayne Gretzky recordó lo sucedido un año antes frente a los Islanders, cuando cayeron la serie por el título. "Crecí viendo a ese equipo, fueron mi modelo a seguir y jamás olvidaré que cuando perdimos frente a ellos en 1983, el sentimiento de dolor, pero al mismo tiempo de madurez, reinó en nosotros".

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Dicho y hecho. Gretzky se convirtió en el mejor jugador de todos los tiempos, liderando históricamente la NHL en puntos con 2.857 unidades, goles con 894 y asistencias 1.963. Para tener una idea del impacto del "The Great One", si usted le quita todos los goles marcados, el delantero aun lograría mantenerse como el mejor en unidades registradas, pues su cantidad de asistencias, le permiten superar el total de tantos conseguidos por Jaromir Jagr que fue de 1.921.
No obstante, los Oilers no se convirtieron en la nueva dinastía de la NHL sólo por Gretzky. Leyendas como Mark Messier, Jari Kurri, el defensa, Paul Coffey y el portero Grant Fuhr, merecen ser nombrados, especialmente Fuhr, quien tras finalizar su carrera, se convirtió en el primer jugador afrodescendiente, que logró ser exaltado al Salón de la Fama.
Tras la salida de Gretzky, en un inolvidable traspaso a los LA Kings en agosto de 1988, muchos pensaron que sería el final de los Oilers, pero sólo dos años después, ahora bajo el liderato de Messier, elegido como el Jugador Más Valioso de la campaña 1989-90, Edmonton barrió a los Kings de Gretzky en los playoffs y en la final, se impuso en cinco juegos sobre los Boston Bruins, para coronar un reinado de cinco campeonatos en 10 años.
Los años de "Super Mario" y "The Russian Five"
La década de los 90 presentó una notable variedad en cuanto a ganadores de la Stanley Cup, con siete equipos alzando la corona, incluyendo al Colorado Avalanche que lo logró en 1996, siendo un club de expansión. Asimismo, los New York Rangers, capitaneados por Mark Messier y los Montreal Canadiens, conseguirían sus últimos títulos hasta la fecha.
Sin embargo, solo dos franquicias lograron ganar campeonatos consecutivos; los Pittsburgh Penguins y los Detroit Red Wings, ambos con dos coronas.
En primer lugar, Mario Lemieux, quien se alzó como la nueva cara del hockey en esa década, ganando el trofeo Hart, como el MVP de la liga en tres ocasiones y, a pesar de las lesiones y un cáncer, el delantero estiró su carrera por 17 años, siendo elegido nueve veces al Juego de Estrellas, además de ser reconocido como el Más Valioso de los Playoffs, con el trofeo Conn Smythe, en los títulos de 1991 y 1992, que representaron los dos primeros campeonatos para Pittsburgh.
A finales de la década, Scotty Bowman tomó las riendas de los Detroit Red Wings, tras años de gloria al frente de los Canadiens. En su plantel, figuraron cinco jugadores considerados leyendas del equipo de la Unión Soviética; Sergei Fedorov, Vladimir Konstantinov, Slava Kozlov, Slava Fetisov e Igor Larionov, tres de ellos hoy en día en el Salón de la Fama (Fedorov, Fetisov y Larionov).
Con los campeonatos obtenidos en 1997 y 1998, Detroit pasó a ser conocido como "Hockeytown" (Ciudad de hockey) y a nivel individual, Steve Yzerman, actualmente Gerente General de los Red Wings, se convirtió en leyenda, junto a quizás el mejor defensa en la historia de la franquicia, Nicklas Lidstrom, ambos designados capitanes de la franquicia en períodos distintos, y por supuesto, exaltados al Salón de la Fama del hockey.

Russian Five Column

Chicago Blackhawks la última dinastía
Sin faltar el respeto a los Detroit Red Wings del 2001 y 2008, así como a los New Jersey Devils de Martin Brodeaur, el portero más ganador de todos los tiempos y arquitecto de los campeonatos del 2000 y 2003, la realidad es que no se puede hablar de dinastía sino hasta el 2010, cuando una nueva generación dorada llegó a Chicago para llenar el vacío de campeonatos, bajo el mando del entrenador activo con más victorias en la NHL, Joel Quenneville, actualmente al frente de los Florida Panthers.
A pesar que los Pittsburgh Penguins, son el único equipo en ganar campeonatos consecutivos en la década más reciente, con sus conquistas en 2016 y 2017. Los tres títulos de los Blackhawks entre el 2010 y 2020, hicieron merecedor al club, de ser reconocido por la NHL, como la mejor organización en los últimos diez años.
Tres caras resaltan en medio de esta dinastía. Primero, su capitán, Jonathan Toews, quien recibió el trofeo Conn Smythe como el mejor de la postemporada en 2010, tras producir 29 puntos y liderar a su equipo con 22 asistencias, rumbo al primer título de la franquicia en 49 años, gracias a su triunfo sobre los Philadelphia Flyers.
En 2013, Patrick Kane sería nombrado como MVP de los playoffs, encabezando a los Blackhawks con 19 unidades y 10 goles, para conseguir el título superando a los Boston Bruins en seis juegos. Dos años más tarde, el defensa Duncan Keith, sería el recipiente del Conn Smythe Trophy, tras una labor increíble sobre la línea azul, además de 18 asistencias para 21 puntos en total, siendo la gran figura en el campeonato obtenido en 2015 frente al Tampa Bay Lightning.
En 2017, la NHL celebró sus 100 años de historia, reconociendo a los mejores 100 jugadores de todos los tiempos. Toews, Kane y Keith, actualmente en el roster de los Chicago Blackhawks, fueron incluidos en tan prestigiosa lista.
Como siempre, esperamos que haya disfrutado este tributo a las franquicias más grandes de todos los tiempos en la National Hockey League.