“Son difíciles los juegos consecutivos. Dos juegos en menos de 24 horas”, dijo el delantero de los Blues, Robert Thomas, parte fundamental del triunfo ante Anaheim. “Esos juegos siempre son complicados, especialmente cuando están como esperándote. Hallamos una manera para ganar y eso es lo importante. No creo que haya sido, de ninguna forma, nuestro mejor partido, pero cuando encuentras una forma de ganar, no puedes quedarte”.
Parte de la dificultad fue irse abajo en el marcador en el primer periodo, cuando los Ducks se pusieron al frente con el gol 18 en la campaña para Troy Terry a los 13:41.
La respuesta de los locales no vino sino hasta mediados del segundo periodo, con el gol 13 de la temporada para Kevin Hayes a los 14:56, un gol que supuso un enorme alivio para St. Louis porque en el primer periodo el equipo se fue en blanco con tres oportunidades con el hombre extra, pero que no logró capitalizar.
Y tan pronto como comenzó el tercer periodo, los Blues salieron decididos a cambiar el panorama del encuentro, presionando a los Ducks al punto de obligarlos a equivocarse, a cometer el error y los castigos. Así fue como abrieron la puerta a la remontada.
Thomas marcó su gol 22 de la campaña, en power play, a los 117 segundos de haber arrancado el periodo final para darle la vuelta a la pizarra por 2-1. Pero para ese entonces ya se habían calentado los de casa.
Después de seguir insistiendo, St. Louis amplió su ventaja a los 6:12 del tercero, con un tiro de Brayden Schenn que Jake Neighbours desvió frente a la portería de Lukas Dostal para poner el marcador 3-1 y con una sensación de que no habría punto de retorno. Otro gol con superioridad numérica.
“Se gana la vida alrededor de la portería”, comentó Thomas acerca de Neighbours. “Es duro en esa zona, siempre busca estar abierto, hace pantallas. Hace muchas de las pequeñas cosas que acaban siendo importantes. Creo que se merece mucho del crédito que tuvimos en el Power Play”.
Thomas selló el tercer partido de dos goles en la temporada para él a los 9:33, igualmente con un jugador extra sobre el hielo, para poner el juego 4-1 y con una sensación de haber sido la sentencia final, en un juego de cierto alivio personal, ya que después de solo haber anotado un gol y haber dado una asistencia en sus últimos siete cotejos, tuvo dos puntos el domingo.