Filip Gustavsson grabó su nombre en el libro de historia, al convertirse en el primer portero en la historia del Minnesota Wild, que consigue un gol, siendo también la primera vez que el guardameta sueco consigue hundir el disco en la red rival, logrando la hazaña ante los St. Louis Blues.
Cuando el tiempo se acababa en el tercer período, Gustavsson atrapó el tiro del delantero Pavel Buchnevich, lo dejó caer en el hielo y disparó con la rodilla hacia el arco vacío de los Blues en el otro extremo para darle a Wild una ventaja de 4-1, que terminó siendo el resultado definitivo.
La efusiva celebración fue compartida, por el también portero del Wild y tres veces campeón de la Stanley Cup, Marc-Andre Fleury.