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MANALAPAN, Florida, EEUU – Cada vez que los gerentes generales de la NHL sostienen su reunión anual de tres días en marzo, reciben un reporte con las tendencias estadísticas.

¿Cuál fue el hallazgo más interesante del lunes?

La NHL está en camino de tener un 70 por ciento de juegos que no se deciden en tiempo regular y que concluyen en la prórroga esta temporada, lo cual sería un récord.

Eso es importante, porque algunos gerentes generales habían expresado sus preocupaciones sobre el tiempo extra en formato de tres contra tres, con demasiado reagrupamiento y no suficiente ataque.

Un grupo pequeño de gerentes generales lo discutieron en una sesión este lunes.

En el fondo, el sentimiento que la liga no debería meterse con eso. Los cambios podrían derivar en consecuencias inintencionadas y podría ser contraproducente, y el formato está haciendo lo que se suponía debía hacer: reducir el número de shootouts (rondas de tiros de desempate).

El grupo pequeño se reportará con el grupo completo de gerentes generales este martes.

“Creo que está funcionando”, dijo el gerente general de los New York Islanders, Lou Lamoriello, cuyo equipo ha jugado 18 juegos de tiempo extra, empatando con los Boston Bruins con la mayor cantidad en la NHL. “No creo que haya necesidad de hacer cambios. Creo que si los reagrupamientos estuvieran provocando los tiros de desempate, entonces habría que hacerlo”.

El tiempo extra en la NHL ha estado evolucionando a lo largo de cuatro décadas en un intento de la liga por hacer sus partidos más competitivos más emocionantes y satisfactorios. Introdujo el periodo adicional de cinco minutos en formato de cinco contra cinco, de muerte súbita en la temporada regular de 1983-84, pero después el sentimiento era que muchos juegos seguían acabando en empates.

Luego, la liga paso al cuatro contra cuatro en tiempo extra en 1999-2000 y empezó dando un punto a los equipos que perdieran en la prórroga. Posteriormente, una vez más, el sentimiento era que muchos juegos seguían acabando en empates.

Los tiros de desempate se introdujeron en 2005-06 como parte de un paquete comprehensivo de cambio de reglas, producto del paro laboral de 2004-05, pero eventualmente el sentimiento era que muchos juegos acababan en los

shootouts.

De tal modo que la NHL aplicó el formato de tres contra tres en 2015-16.

En un inicio, era acción sin detenciones, pero el tiempo extra, en algún punto, se convirtió más en tener la posesión. Los jugadores se dieron cuenta de que una salvada o un tiro fallado a veces se convertía en una pérdida de posesión, derivando en contragolpes en desventaja numérica, así que comenzaron a jugar a cuidar el disco, esperando más pacientemente para asestar su mejor golpe.

“Puedo asegurarles que ningún entrenador dijo 'reagrúpense’”, dijo Colin Campbell, vicepresidente ejecutivo senior de operaciones de hockey de la NHL. “Los jugadores lo hicieron solos. ‘No nos gusta esto. Nos estamos reagrupando’”.

Los gerentes generales discutieron el problema en su reunión anual de un día en noviembre, que ayuda a fijar la agenda para la junta en marzo.

“Creo que todo el mundo quiere ver más persecuciones”, dijo el gerente general de los New Jersey Devils, Tom Fitzgerald. “Es más emocionante”.

La pregunta es cómo conseguirlo. ¿Cómo se logra sin generar más detenciones, interrumpiendo las acciones que estás tratando de alentar?

¿Se va a prohibir que el disco regrese detrás de la línea roja toda vez que la ha cruzado?

“De repente, tengo el puck en el centro del hielo y tú vienes y lo empujas”, dijo el gerente general de los Dallas Stars, Jim Nill. “¿Se pasó de la línea? ¿No se pasó de la línea? ¿Tenemos una repetición en video de eso? Simplemente abre una lata de gusanos”.

¿Harías que el equipo que tiene el disco, tire a la portería después de cierto tiempo?

“¿Ahora vamos a tener otro reloj? No creo que valga la pena”, añadió Nill.

Y, ¿cómo funcionaría de todos modos? ¿El reloj se reinicia cada vez que un equipo tiene posesión? ¿Toda vez que tiene posesión dentro de la línea roja? ¿Dentro de la línea azul? Ni siquiera habría que profundizar en lo que se debe definir como posesión en ese contexto. ¿El reloj se reinicia con cada tiro a gol? ¿Con un intento de tiro?

¿Aplicas un tiempo extra de siete minutos sin cambios de línea como en la ECHL? O, ¿aprecias lo que ya tienes?

“En general, los juegos son emocionantes en tiempo extra", dijo Nill, cuyo equipo tiene ocho victorias en estas instancias, empatado con los Detroit Red Wings en la mayor cantidad en la NHL. “Sí, habrá algunos casos en los que los equipos controlen mucho el disco, pero también habrá un poco de suspenso”.

“Sabes que eventualmente van a hacer algo, y todo el mundo está esperando. Los equipos se cansan. Sólo hace falta un mal pase, una error, un rebote, un mal tiro que no pasa por la portería y el juego continúa”, agregó.

A menudo, cuando los jugadores se reagrupan, se alistan para salir a toda velocidad.

“Van lento un 90 por ciento, y luego, pum, se van”, dijo Campbell. “En el tiempo extra eso es genial. Una vez que un equipo hace eso, se trata de escapadas de dos contra uno o tres contra uno o dos sin oposición y de ida y vuelta”.

Al final, en 1987-88, un 25 por ciento de los juegos que se alargaban acababan en tiempo extra; en 2014-15 el número creció al 44 por ciento. Ahora el número ha ido del 65% en 2021-22 a 69% en 2022-23 y está en camino de alcanzar el 70% en esta temporada.

Se reitera, eso sería un récord. 

“Lo hemos analizado y hemos analizado el porcentaje, y creemos que no ha sido un problema”, dijo Campbell. “Y creemos que es emocionante. Pero lo comprobamos. Tratamos de mantenernos al tanto. No queremos llegar a donde estábamos antes de 2004-05”.

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