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Los Penguins experimentaron algo el año pasado que no habían vivido en 16 años; quedarse fuera de los Playoffs de la Stanley Cup, terminando con la décima seguidilla más larga de postemporadas en la historia de la NHL.

Y pareciera que este año la historia no será muy diferente, con el club ubicándose fuera del cuadro clasificatorio con apenas ocho partidos por disputar en la temporada regular. Sin embargo, siempre que haya posibilidades matemáticas, Pittsburgh no puede ser descartado, especialmente si su capitán y futuro miembro del Salón de la Fama continúa patinando de la manera en la que lo ha estado haciendo últimamente.

Los Penguins vencieron el lunes 5-2 a los Rangers — actualmente el mejor equipo de la NHL — en el Madison Square Garden de Nueva York, para mejorar su récord en el año a 33-30-11, 77 puntos, colocándose a cinco unidades del segundo Comodín de la Conferencia Este.

Pittsburgh ha sumado al menos un punto siete de sus últimos 10 encuentros (5-3-2) para continuar soñando con la posibilidad de avanzar a los playoffs. Pero fue el lauro del lunes, el que aumenta considerablemente sus intenciones de conseguirlo, no sólo por el rival que tuvieron en frente, sino por lo demostrado por su líder Crosby.

“Creo que siempre hay retos. Obviamente son un poco diferentes”, dijo Crosby hace unos días. “Pero al final se trata de seguir siendo un equipo y jugar unidos, asegurándonos de que todos sean parte de esto. Obviamente, ganar hace que las cosas sean más sencillas, pero creo que se trata de marcar el camino y asegurarse de que seas tú quien está fungiendo de líder en ese aspecto”.

Con eso en mente, el histórico capitán de los Penguins aportó tres puntos (un gol, tres asistencias) por séptima vez en la campaña, para llegar a 82 unidades en el año (37-45) y asegurar terminar la temporada regular con un promedio de al menos 1.00 punto por partido.

Sin embargo, no es una media poco familiar para Crosby, quien ha logrado promediar esa cantidad en cada una de sus 19 temporadas en la NHL; suficiente para igualar con Wayne Gretzky en el liderato histórico de la NHL.

"Es extraordinario. Rendir a un nivel élite durante todo ese tiempo es extraordinario, y creo que sus actos hablan por sí solos, cada hito que consigue", dijo el entrenador de los Penguins, Mike Sullivan. "No estaba al tanto de eso. Pero no me sorprende. Simplemente creo que todo eso que está alcanzando es una prueba más de que es uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, no sólo de su generación, sino que está en la élite en todas estas categorías”.

El delantero de 36 años se ubica en el segundo lugar en la historia de la franquicia de los Penguins en goles (587), asistencias (997) y puntos (1,584), por detrás de Mario Lemieux (690-1,033—1,723). Además, está a siete unidades de desplazar a Phil Esposito (1,590) por la séptima casilla de por vida en la NHL.

"Es genial", dijo Crosby sobre promediar al menos un punto por juego en la campaña. "Obviamente, es algo de lo que no quería hablar. Sabía que me estaba acercando, y cada vez que puedes estar en esa compañía, es bastante bueno”.

PIT@NYR: Joseph y Crosby fabrican la anotación

Pero Crosby no sólo está dejando esos números y pensando únicamente en el pasado. El delantero sigue estando entre los más efectivos de la liga. De hecho, el veterano encabeza a todos los jugadores de Pittsburgh en goles, asistencias y puntos este año.

Y es que más allá del equipo, Crosby no está acostumbrado a estar mucho tiempo fuera de la postemporada. En sus primeras 17 campañas, se quedó fuera de la clasificación una sola vez — período en el que ganó la Stanley Cup en el 2009, 2016 y 2017 — hasta el año pasado. Ahora, está buscando evitar quedarse fuera en años consecutivos por primera vez desde que ingresó a la NHL en el 2005.

De allí, lo visto de Crosby el lunes ante uno de los mejores conjuntos de la NHL, uno ante el que Crosby se ha sentido muy cómodo a lo largo de su carrera, mejorando su récord a 21-15-6 de por vida en el Madison Square Garden — desde la era de la expansión (1967-68), sólo Larry Murphy (24) y Mark Recchi (23) tienen más triunfos allí como visitantes.

Además de Crosby, Bryan Rust aportó dos goles (2-0—2) y Kris Letang dos asistencias (0-2—2), mientras que Alex Nedeljkovic detuvo 28 de los 30 disparos que enfrentó, incluyendo un perfecto de 6-6 en situación de Power Play, para ayudar a los Penguins a prevalecer en la Gran Manzana y continuar soñando con los playoffs.

Se le acaba el tiempo a Pittsburgh. Son ocho los juegos que tienen para lograr el milagro, cuatro de los cuales serán en casa, para intentar desaparecer una desventaja de cinco unidades y sobrepasar a tres equipos en el proceso. No obstante, con un Crosby a toda máquina, los Penguins no podrán ser descartados hasta que las matemáticas digan lo contrario.

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