Inspirados por su buen momento al final del segundo parcial, La ofensiva de Seattle salió con notable intensidad y a los 2:10 del tercer período, Yanni Gourde robó el disco en la zona rival y en dos tiempos, batió al portero Thompson para ampliar la ventaja de los anfitriones con un 3-0 que le permitió al dos veces campeón de la Stanley Cup (Tampa Bay Lightning), terminar con una racha de 17 partidos en blanco.
La defensa de Seattle mejoró con el pasar del tiempo y con menos de tres minutos por disputar, el entrenador de Vegas, Bruce Cassidy, decidió retirar a su portero Logan Thompson para contar con un atacante extra, pero fue allí cuando Joey Daccord elevó su juego al máximo nivel, negándole una clara oportunidad a Jack Eichel, con una increíble atajada con su guante que despertó un coro ensordecedor en las gradas que decía “Joey, Joey”.
De tal forma, Daccord y compañía no concedieron libertades por lo que al momento del sonido final, el Kraken completó un triunfo de 3-0 que le permitió al equipo dirigido por Dave Hakstol, establecer una marca de franquicia al llegar a nueve partidos en fila sumando puntos, en adición a sumar su quinta victoria de forma consecutiva, siendo la racha activa más larga de la liga actualmente.
Los elogios para el portero Daccord no se hicieron esperar. “Él ha sido una roca para nosotros, se merece todo lo bueno que le ha pasado, incluyendo el hecho de que esta maravillosa afición cante su nombre”. Expresó Yanni Gourde, cuyo compañero, Jamie Oleksiak agregó que el guardameta “Logró demostrar mucha paciencia y se ha apegado a lo que ha estado trabajando durante todo el año. Es un tipo que te inspira a jugar bien al frente de él”.
Por el lado de Vegas, la reflexión apuntó hacia la autocrítica. “Concedimos muchas libertades, es una pista de hielo diferente y creo que no fuimos lo suficientemente disciplinados para ejecutar”, admitió el delantero Jonathan Marchessault, quien se fue en blanco en siete remates durante 19:12 minutos de acción.
Mucho color alrededor de la pista
El T-Mobile Park, casa de los Marineros de Seattle en el béisbol de Grandes Ligas, fue transformado en una impresionante pista de hielo que sirvió para convertir al Kraken en la franquicia número 29 en la historia de la liga en participar en un juego en exteriores y también en la más joven de la NHL en lograr la hazaña. Los jugadores del equipo local, llegaron con atuendos típicos de los pescadores en el área y algunos de ellos lanzaron pescados gigantes a la afición.