Su padre, quien era coach de hockey, vio de inmediato sus innatas habilidades y comenzó a entrenarla en el sótano de la casa. La gran oportunidad para Manon llegaría cuando un equipo local de niños no tenía ningún jugador que quisiera probar suerte en la portería.
"Antes de la primera práctica, mi papá me puso el casco antes de llegar para que nadie se diera cuenta que era una niña", recordó Rheaume. "No se dieron cuenta hasta después, pero todos estaban contentos de haber encontrado un portero".
Como era de esperarse, los equipos varoniles no querían a una mujer ocupando su portería, pero el padre de Manon siguió llevándola a pruebas hasta que logró quedarse en equipos de categorías squirt, peewee y bantam. Eventualmente llegaría al nivel "bantam AA" donde tendría dos exitosos años que parecía serían los últimos en su carrera.
Sin embargo, su pasión por el hockey era tal, que la aventura tenía que continuar. Al convertirse en la primera mujer que participaba en la Quebec Major Junior Hockey League (QMJHL), y ganar una medalla de oro en el Campeonato Mundial de 1992, Rheaume empezó a llamar la atención en el mundo del hockey, sin importar su género.
El momento del llamado
Pensando en retirarse del hockey a los 20 años, Manon consiguió trabajar como pasante en una estación de televisión en Montreal y su primera asignación fue cubrir el Draft de la NHL de 1992 en el Forum, la casa de los Canadiens. Ese día fue presentada con el legendario exjugador Phil Esposito, quien fungía como presidente de la nueva franquicia de la liga en Tampa Bay.