Patrick Roy

La historia de la National Hockey League es una de las más convincentes de los principales deportes profesionales. Cada semana, NHL.com/es te lleva al interior de la fundación y evolución de la liga, con episodios puntuales. En esta entrega, el viaje a través del tiempo, sirve para recordar uno de los gestos más emblemáticos dentro de una pista de hielo, cortesía de Patrick Roy.

Todo el mundo debe tener su momento favorito en el deporte. Quizás puede ser una canasta de tres puntos en el baloncesto, un cuadrangular en el béisbol o un gol en el último minuto en el fútbol. Pero el hockey, por su complejidad, ofrece una variedad notable para poder escoger y en este caso, no se trata de una anotación o salvada milagrosa, sino más bien, de una expresión de superioridad y confianza sobre la pista.
El protagonista de la historia es el integrante del Salón de la Fama, Patrick Roy, quien a sus 27 años, no se dejó intimidar por lo que representa una final de la Stanley Cup, así como tampoco por enfrentar a unos LA Kings que contaban entre sus filas con Wayne Gretzky, líder anotador de aquellos playoffs con 15 goles. Roy, simplemente se adueñó del momento.
Desde la perspectiva de un aficionado de los Montreal Canadiens, la filosofía siempre ha sido campeonato o fracaso. Mucho más en los años 90, después del gran éxito del equipo en las décadas anteriores, lo que le permitió a la franquicia llegar a la final de 1993 con 22 campeonatos en su haber.
No obstante, Montreal había atravesado tiempos difíciles desde su victoria en 1979 y solo tenía la Stanley Cup de 1986 para mostrar durante 14 años. Los Canadiens nunca había pasado más de siete temporadas sin ganar un título en sus 85 años de existencia, por lo que había sed de triunfo y los Kings pagaron el precio.
Camino a la hazaña
Tras ganar 48 partidos y sumar 102 puntos en la ronda regular, Montreal enfrentó a su rivales de provincia los Quebec Nordiques, una serie definida en seis juegos por parte de los Canadiens y que contó con dos triunfos en tiempo extra, gracias a los tantos de Vincent Damphousse en el tercer duelo y de Kirk Mueller en el quinto.
En la siguiente etapa, Montreal barrió a los Buffalo Sabres en cuatro encuentros, consiguiendo victorias consecutivas durante el tiempo extra en los últimos tres duelos, dejando como héroes a Guy Carbonneau, Gilbert Dionne y una vez más a Kirk Mueller, quien selló el pase a la Final de Conferencia.
Para disputar el este, la expectativa tanto de Canadiens como de todo el mundo dentro del hockey, era enfrentar a los campeones defensores, Pittsburgh Penguins. Pero un gol de David Volek en el séptimo juego de la Segunda Ronda, le permitió a los New York Islanders dar la gran sorpresa tras eliminar a los monarcas defensores de la liga.
Sin embargo, Montreal fue superior en la Final de Conferencia, apoyándose una vez más en su capacidad para resolver bajo presión, con dos victorias en la prórroga gracias a los tantos de Stephan Lebeau y Guy Carbonneau. Con 26 paradas en el quinto desafío, Patrick Roy y los Canadiens amarraron su boleto a la serie por el campeonato de la Stanley Cup ante los LA Kings.

Roy

Un guiño… Una corona
Los californianos llegaron al Montreal Forum con la idea de robarse al menos un triunfo y así lo hicieron en el primer partido. Luc Robitaille lideró la ofensiva de los Kings con un doblete, mientras que Jari Kurri y Wayne Gretzky se encargaron de sellar la victoria 4-1 con sus tantos en el tercer período.
Pero hasta allí llegó la ilusión de Los Angeles.
En los juegos 2 y 3, Montreal fue verdugo una vez más en el tiempo extra. Primero Eric Desjardins, autor de un Hat-Trick en el segundo choque para sellar el triunfo que le permitió a los Canadiens nivelar la serie y luego, John LeClair se encargó de silenciar el Great Western Forum con su gol para la victoria 4-3.
Y así, llegó el cuarto juego de la serie y con ello un momento inolvidable aquella noche del 7 de junio de 1993, cuando después de un emocionante gol de Marty McSorley tras la asistencia de Wayne Gretzky, los Kings forzaron el tiempo extra, pero fue allí cuando Patrick Roy exhibió su frialdad, tras negarle una clara oportunidad al sueco Tomas Sandstrom, quien no pudo conectar el rebote debido a que el guardameta rival cubrió el disco suelto.
La imagen que le dio la vuelta al mundo, fue cuando Sandstrom patinó frente a Roy y éste le guiñó el ojo para recordarle que segundos antes, le negó la posibilidad de marcar el gol que hubiese empatado la serie para los Kings. En 2017, cuando la NHL celebró su centenario y honró a sus 100 mejores jugadores, se hizo mención al momento cuando se presentó la cápsula de Patrik Roy
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En los hogares de la ciudad de Montreal, la gente hablaba del guiño de Roy como algo admirable, pues la presión de jugar en una final y de, literalmente salvar a su equipo en la prórroga, nunca intimidó a Roy quien después de aquel episodio, pareció inspirar a sus compañeros y una vez más, John LeClair apareció para marcar el tanto que selló el triunfo 3-2 en el alargue.
De regreso a casa, los Canadiens completaron la tarea ante unos desmoralizados Kings que no presentaron mayores obstáculos y con un doblete de Paul DiPietro, en adición a 18 salvamentos de Roy, finalmente Montreal alzó la Stanley Cup por ocasión número 23 en su historia, cifra récord en la NHL y la última vez que un equipo de Canadá se ha coronado campeón hasta la fecha.
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Sin sorpresas, Roy fue ganador del trofeo Conn Smythe como el Jugador Más Valioso de aquella postemporada, en la que lideró a los Canadiens a establecer una marca gracias a 10 victorias consecutivas en tiempo extra y como dato curioso, el portero disputó los 20 encuentros de esos playoffs con el mismo palo.
"El mejor recuerdo que tengo de la carrera es el logro de ganar la copa. No fue una temporada fácil para mí en 1993. Estuvo llena de altibajos", especificó Roy al sitio web de los Canadiens 25 años después de haber logrado la hazaña. "Haber podido cambiar las cosas, me puso en el camino correcto que me ayudó por el resto de mi carrera". Agregó el guardameta, quien con su histórica actuación le permitió a Montreal recibir la Stanley Cup.