FLA Paul Maurice

La imagen fue poética:  Paul Maurice besó la Stanley Cup, cerró los ojos y la alzo.

Quizás en esos segundos, entre el beso al trofeo y el levantamiento, el estratega revivió una línea del tiempo que incluye 26 años de experiencia en distintos mercados de hockey, así como amarguras y alegrías en dos países como entrenador. Todo ello, para después, con la copa arriba, abrir sus hijos y expresar un grito de alegría ante la ovación de la afición en las gradas de la Amerant Bank Arena, así como la admiración de sus jugadores sobre el hielo.

“Se la merece. De verdad que sí. Ha hecho un trabajo increíble para ayudarnos a estar preparados para este momento y finalmente se la dimos”. Expresó Aleksander Barkov, capitán de unos Florida Panthers, equipo que Maurice ha entrenado en los dos años más recientes, para finalmente escribir su nombre en el trofeo más grande en la historia del hockey sobre hielo.

La noche del 24 de junio de 2024 será imborrable para Maurice, quien inició su carrera como técnico en la NHL en 1995 al frente de los Hartford Whalers, quienes luego se convirtieron en los Carolina Hurricanes. Después del sonido de la alarma en el Juego 7 de la Final de la Stanley Cup, Florida consumó el triunfo que convirtió al entrenador en apenas el tercer técnico en la historia, que logra conseguir un campeonato luego de dirigir más de 1.800 partidos, uniéndose a Scotty Bowman (2.141) y Barry Trotz (1.812).

“Tu no ganas la Stanley Cup. La compartes”. Fue la gran reflexión que Maurice enfatizó en la conferencia de prensa tras la victoria 2-1 de Florida sobre los Edmonton Oilers en siete duelos. “Hay muchas cosas que sólo se aprenden hasta que eres capaz de vivirla y no, nunca pensé que esto se tratara de mí, porque yo puedo salir y ser reemplazado. Pero, después que todo acabó y tomé la copa, me di cuenta que no la gané, sino que la logré compartir con un grupo maravilloso como este”.

SCF, J7: Oilers @ Panthers Resumen

Al unir los registros de la temporada regular con los playoffs, Maurice llegó a 939 triunfos que lo ubican como el cuarto entrenador más ganador de todos los tiempos en la NHL. Pero quizás el número más significativo sea “1”, pues ése, representa la cantidad de campeonatos que ahora cuenta en su palmarés de 1.849 partidos dirigidos en la ronda regular, siendo la segunda mayor cantidad en la historia de la liga.

“Hace mucho tiempo que no he ido al gimnasio, así que cuando tomé la copa tuve dudas de que iba a poder alzarla como es debido”, bromeó Maurice. “El hecho de que tuvimos que luchar mucho, después de tanto tiempo de espera, hace que este logro sea mucho más especial”.

Reconocimiento a la calidad humana

Minutos después de que Aleksander Barkov alzara la copa, se la entregara a Sergei Bobrovsky y éste la pasó al resto de los Panthers, Spencer Knight, portero sustituto de Florida, interrumpió la entrevista de Paul Maurice con la cadena ESPN, para darle el trofeo que el estratega había estado esperando por casi 30 décadas. Tras alzar la copa, el técnico recordó el día en que inició su recorrido con la franquicia a la que ayudó a conseguir el primer campeonato de su historia.

Maurice long journey to Cup

“Me remonto a aquella tarde del verano pasado cuando me llegó la oferta y decidí tomar este trabajo. Le dije a mi esposa que estos chicos son diferentes, hay una cultura increíble que aprecia al jugador como ser humano, antes de hacerlo como atleta. Se tratan con cariño, con respeto y no tiene que ver con el tiempo que lleven juntos, porque en esta temporada incorporamos nueve jugadores nuevos y el grupo pareciera que estuviese junto por 10 años”.

En tal sentido, Maurice destacó la unidad de todo el grupo ante la adversidad. Y es que no solo habían sido 26 años de sequía, sino también, el hecho de que durante la final contra Edmonton, los Panthers vieron desaparecer una ventaja de 3-0, hasta que finalmente pudieron completar el objetivo en el Juego 7.

“Fue una copa ganada al estilo de los Panthers, es decir, de forma trabajada. Nada ha sido fácil para nosotros, desde perder en la final del año pasado (Vegas Golden Knights), hasta estos últimos días, de verdad que fue difícil. Pero así son las cosas, tuvimos que perder tres juegos seguidos, para poder aprender a ganar cuatro”. Enfatizó Maurice.

Vínculo imborrable

En el año 2009, los Florida Panthers contaron con la décimo cuarta selección en el Draft de la NHL y se decantaron por el defensa Dmitry Kulikov, quien luego pasó los primeras siete temporadas de su carrera con la franquicia, antes de llegar a los Buffalo Sabres, con quienes disputó una campaña. Posteriormente, en 2017, el ruso arribó a las filas de los Winnipeg Jets donde conoció a Paul Maurice, quien era el entrenador del club canadiense.

La vida se encargó de colocar a Kulikov como agente libre y con el apoyo de Maurice, el defensa regresó a los Panthers, para en esta ocasión repartir la asistencia en el gol de Sam Reinhart que terminó sellando la victoria 2-1 sobre los Oilers, para ganar el campeonato. Tras la hazaña, el jugador hizo énfasis a la influencia de su entrenador.

SCF J7: Reinhart pone arriba a Florida

“Lo conocí en Winnipeg y desde allí supe que era un gran dirigente. Pero lo mejor de él, es que es un enorme motivador, que busca sacar lo mejor de cada uno de sus jugadores, por eso estoy muy contento de compartir este logro, porque él se lo merece tanto o más que cualquiera de nosotros”. Afirmó Kulikov.

El respaldo se extiende a las filas de los asistentes técnicos, como por ejemplo Tuomo Ruutu, quien fue dirigido por Maurice en los Carolina Hurricanes. “Estoy muy feliz por todo el grupo, pero sí tengo que admitir que le había dicho a mi esposa que realmente quería que ganáramos esta copa por Paul. Es una persona increíble que trata a todo el personal del equipo con un enorme respeto y por eso es un gran líder”.

La vida de Paul Maurice cuenta ahora con un capítulo especial. Y es que aquel joven defensa que vio su carrera como jugador finalizada en el nivel junior, debido a una lesión en el ojo, se convirtió en una leyenda del hockey como entrenador, dirigiendo a los Hartford Whalers/Carolina Hurricanes, Toronto Maple Leafs, Winnipeg Jets y finalmente a los Florida Panthers, equipo con el que logró el sueño que tanto había buscado.

“Me encanta como se escucha eso, Paul Maurice, técnico campeón de los Florida Panthers. Créanme eso nunca a va a pasar de moda para mí”. Finalizó el dirigente de 57 años y quien tan pronto como en la próxima campaña pudiese convertirse en apenas el cuarto entrenador de la historia, en ganar al menos 900 partidos.

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