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NHL.com/es está proporcionando un análisis detallado de cada uno de sus 32 equipos desde el 1ro de agosto hasta el 1ro de septiembre. Hoy, tres preguntas importantes que enfrentan los Pittsburgh Penguins.

La temporada 2024-25 se perfila como un período crucial para los Pittsburgh Penguins, un equipo que busca mantenerse competitivo mientras enfrenta la realidad de un núcleo cuya edad promedio sigue en ascenso — la más alta para un equipo en la NHL — y un margen de error cada vez más estrecho.

A pesar de la llegada de algunos refuerzos y la continuidad de jugadores históricos, la campaña está llena de incertidumbres que podrían determinar no sólo su desempeño inmediato, sino también su futuro a mediano plazo. Aquí, tres de las principales interrogantes que enfrentará el equipo la venidera temporada.

¿Podrán las nuevas adquisiciones mejorar la profundidad del equipo?

Los Penguins han realizado varias adquisiciones en la agencia libre para fortalecer su plantilla de cara a la temporada 2024-25. Entre las nuevas incorporaciones se encuentran jugadores como Matt Grzelcyk, Anthony Beauvillier, Blake Lizotte, Emil Bemstrom y otros.

En particular Grzelcyk, quien llega de los Boston Bruins, podría ser una pieza clave, considerando que se trata de un defensa experimentado, que viene de una difícil temporada, en la que registró 11 puntos (2 goles, 9 asistencias). Sin embargo, su capacidad para moverse con el disco y su solidez defensiva podrían ser claves para dar equilibrio a la segunda línea de defensas del equipo.

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En la ofensiva, el caso es similar con Beauvillier, al ser un delantero versátil que podría añadir profundidad a las líneas ofensivas. Durante la última campaña, dividida entre los Vancouver Canucks, los Chicago Blackhawks y los Nashville Predators, sumó 17 puntos (5 goles, 12 asistencias) en 59 juegos, pero fue hace apenas dos años cuando aportó 40 unidades. Su habilidad para adaptarse a distintos roles será vital para los Penguins, más aún si puede retomar su mejor forma.

La verdadera prueba estará en cómo estas adquisiciones se adaptan al sistema de juego de Mike Sullivan y del resto de jugadores veteranos del club. La idea de la profundidad que podrían aportar, sería vital en una División Metropolitana cada vez más competitiva.

¿Qué versión de Tristan Jarry estará sobre el hielo?

El desempeño del portero Tristan Jarry será determinante para las aspiraciones de los Penguins. Jarry tuvo una campaña plagada de altibajos en la 2023-24, con un porcentaje de salvamento de .903 y un promedio de goles (GAA) en contra de 2.91 en 51 partidos​, en los que dejó marca negativa de 19-25-5.

Aunque logró mantener el puesto de titular, sus actuaciones fueron irregulares, y los Penguins necesitan una versión mucho más estable y confiable de él en la nueva temporada. Una versión como la mostrada hace un par de años — 34-18-6, .919 y GAA de 2.42, año en el que recibió votos para el Trofeo Vezina — ayudaría considerablemente a los Penguins en su intento por volver a los playoffs.

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Con Alex Nedeljkovic como suplente, quien también mostró destellos de calidad en sus 38 juegos — porcentaje de .902 y GAA de 2.94 — la competencia interna podría motivar a Jarry a recuperar su mejor forma. No obstante, si Jarry no logra ser el ancla defensiva que los Penguins necesitan, el equipo podría enfrentar serios problemas en su defensa en general.

¿Cómo lidiará el equipo con la edad de sus estrellas?

La edad es un factor que los Penguins no pueden ignorar. Sidney Crosby, Evgeni Malkin y Kris Letang son el corazón del equipo, pero todos han superado la barrera de los 35 años​. Crosby sigue siendo una potencia ofensiva, con 42 goles y 94 puntos en la temporada pasada, pero las demandas físicas del calendario de la NHL son implacables. Malkin, por su parte, aunque productivo con 27 goles y 67 puntos, también ha mostrado signos de desgaste​, registrando el promedio de puntos más bajo de su carrera en la campaña anterior (0.82).

Y eso, sin mencionar a Erik Karlsson, quien estará en su segundo año con el club y cumplirá 35 años a finales de la temporada que viene. Si bien viene de una sólida campaña (11-45—56), no se acercó a lo hecho en el año previo (25-76—101). Será interesante monitorear su progreso a lo largo del año.

La gestión de minutos y el mantenimiento físico de estas estrellas serán fundamentales. El equipo deberá encontrar un equilibrio entre maximizar su impacto y preservarlos para los momentos decisivos de la temporada. Además, la profundidad del plantel deberá estar lista para asumir mayores responsabilidades si alguno de estos jugadores enfrenta problemas de salud.

En resumen, la temporada 2024-25 para los Pittsburgh Penguins está cargada de desafíos. Si las nuevas adquisiciones se adaptan rápidamente, si Jarry puede elevar su nivel y si el núcleo veterano del equipo logra mantenerse saludable y productivo, Pittsburgh tiene el potencial para competir nuevamente. De lo contrario, el equipo podría enfrentar una dura realidad en una Conferencia Este cada vez más competitiva.

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