Los New Jersey Devils tuvieron un tercer periodo infernal en la jornada del sábado de la NHL, luego de que el equipo se repusiera de una desventaja en el marcador ante los Chicago Blackhawks, desatando una ráfaga de cuatro goles en el episodio final para llevarse un triunfo de 4-1 jugando en casa, en el Prudential Center.
“Hoy (sábado) básicamente fue un juego en el que tuvimos que manejar nuestros propios errores, jugar bien con el disco y tratar de minimizar nuestras equivocaciones”, dijo el alero izquierdo de New Jersey, Jesper Bratt, quien se apuntó dos asistencias. “Ellos tienen buenos jugadores habilidosos que saben qué hacer en el contragolpe si les sigues dando oportunidades. Así que queríamos obligarlos a entrar en su zona, detenerse y trabajar ahí, y de esa manera nos mantuvimos exitosos”.
Jason Dickinson puso arriba a Chicago en el segundo período. Los Devils entraron al tercer episodio sin mostrar señales de vida a la ofensiva. Ante esta ineficacia, el entrenador de New Jersey tomó cartas en el asunto.
“Desafié a nuestros muchachos a hacer exactamente eso”, señaló Keefe sobre el mensaje que dio a su equipo durante el segundo intermedio. “Ser más determinados y competitivos, y salir a ganarse un gol”.
El mensaje de Keefe funcionó de inmediato. Dawson Mercer empató el partido para New Jersey dentro de los primeros tres minutos del tercer período. Luego, en un lapso de 2:09 minutos empezando al minuto 10:28, los Devils sentenciaron el partido con goles de Jack Hughes, Nico Hischier y Timo Meier.
“Creo que ahora lo hemos aprendido, no nos frustramos tanto”, señaló Hischier después del partido. “A veces nos frustrábamos e intentábamos hacer demasiado. Pero ahora simplemente nos mantenemos fieles a nuestro plan de juego”.