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Jordan Binnington tiene el talento para cambiarle la cara a una franquicia. Para muestra, lo hecho en el 2019 con los Blues, quienes al momento de su llegada a la portería, eran un conjunto con varias interrogantes, pero que terminó de enderezar el rumbo hasta llegar a lo más alto de la NHL, alzando la Stanley Cup.

Binnington fue parte vital en eso. Ahora, el equipo volverá a necesitar del desempeño de su guardameta para fijar el norte de su dirección.

Los Blues emprendieron un proceso de 'renovación' sobre la marcha en los últimos meses, que los ha llevado a salir de varias de las figuras más importantes de aquel equipo que consiguió la gloria. El punto más alto del proceso ocurrió en la fecha límite de cambios pasada, cuando el club salió de Vladimir Tarasenko, Ryan O'Reilly e Ivan Barbashev.

Sin embargo, a pesar de que muchos apuntaban a una reconstrucción total de los Blues, la directiva dejó claro que esa no era la intención, en lo absoluto.

"Lo que queremos es volver a construir nuestro equipo", dijo en su momento el gerente general Doug Armstrong. "Va a ser un proceso, lo entendemos... [pero] vamos a ser competitivos el año que viene. [Con Kaspersky] Kapanen y [Jakub] Vrana, probablemente tengamos siete delanteros legítimos que han sido Top 9 durante los últimos cinco años en la liga. Esperamos que Jake Neighbours pueda ser el octavo. Creo que vamos a ser competitivos".

Ciertamente, los Blues cuentan con una sólida profundidad en su delantera, además de varios prospectos, como Zachary Bolducs y Jimmy Snuggeruds, que podrían estar cerca de la NHL. Sin mencionar que el equipo viene de hacer nueve selecciones en el pasado Draft.

Sin embargo, hacer este tipo de renovaciones, mientras se intenta seguir compitiendo, suele ser un proyecto arriesgado. De no resultar, el resultado suele ser una reconstrucción mucho más profunda, luego de haber querido evitarla por años.

Pero, aunque hay varios nombres que cargan un peso considerable en el resultado de esta apuesta de los Blues, puede que no haya ninguno con una importancia mayor que la del portero Jordan Binnington.

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Nuevamente, el guardameta ya demostró de lo que es capaz de hacer en un hielo de la NHL. En sus primeros 121 titularidades en la liga, en un período comprendido entre el 2018-2021, Binnington fue uno de los mejores jugadores de su posición, dejando un GAA (promedio de goles en contra) de 2.42, un porcentaje de salvadas de .915 y récord de 72-32-16.

Sin embargo, las últimas dos campañas han sido bien complicadas para el portero de 30 años, viendo aumentar esos números a GAA de 3.24, porcentaje de salvadas de .897 y marca de 45-41-10 en sus últimos 97 partidos como titular. Además, las métricas tampoco lo han ayudado, ubicándose entre los cinco peores porteros de la NHL (con al menos 40 encuentros disputados) en goles esperados en contra y en tantos salvados por encima de lo esperado en la zafra pasada, de acuerdo con el portal Money Puck.

Pero no todo fue negativo para Binnington, quien impuso un récord personal tras disputar 61 partidos el año pasado y terminó en el quinto lugar de la NHL con 60 titularidades. Además, con sus 223 juegos totales de por vida, se ubica en el quinto lugar en la tabla histórica de los Blues, y culminó la temporada con 117 triunfos en de por vida; cuarta mayor cantidad para un portero con el uniforme de St. Louis.

Pero al final de todo, Binnington experimentó su primera campaña sin Playoffs de la Stanley Cup de su carrera. No obstante, dada la personalidad que tiene el guardameta, no es de extrañar que busque sacar lo positivo de todo esto.

"A veces es divertido tener algunas dificultades, porque luego tienes que encontrar la manera de superarlas", expresó Binnington. "Esa sensación de lograr algo importante es algo que te ganas, es especial y eso es lo que recuerdas".

Su recuperación será vital para las aspiraciones del club, cuya profundidad en la portería sufrió un golpe, con la retirada de Thomas Greiss. Si bien el equipo pactó con Malcolm Subban en la agencia libre, se espera que éste pase la mayor parte del año en las menores, dejando a Binnington con la mayor parte de las responsabilidad, turnándose probablemente con el prospecto Joel Hofer, quien además sería el "Plan B" del roster, en caso de que Binnington no pueda recuperar su forma.

Pero, de ser ese el caso, sería un duro golpe para el proyecto de los Blues. Si Binnington no recupera su forma y Hofer tarda más de lo previsto en desarrollarse, entonces St. Louis podría verse forzado a entrar en un proceso más drástico de reconstrucción.

Ahora, si Binnington consigue ser Binnington de nuevo, entonces los Blues podrían enfocarse en ir mejorando otros aspectos de su juego, esperar el avance de sus mejores promesas y de otros jugadores jóvenes, e incluso soñar con regresar a la postemporada, mientras siguen construyendo sobre esas bases.

Así de importante será el papel de Binnington con los Blues en los próximos meses.