La noche del lunes en el partido ante los Boston Bruins solamente había una cosa en mente para los Washington Capitals: ganar o morir.
Gracias a una monumental actuación de su portero Charlie Lindgren, quien detuvo los 16 tiros a gol que generaron los Bruins, para adjudicarse su sexta blanqueada de la temporada, los Capitals ganaron 2-0 en un partido en el que solo valía la victoria para seguir aspirando a clasificar a la postemporada.
Los Capitals jugaron un partido por nota, tal y como debían hacerlo, considerando que los New York Islanders amarraron su clasificación a los playoffs luego de ganar a los New Jersey Devils por 4-1 y adjudicarse el penúltimo boleto a la postemporada en la Conferencia Este.
La victoria de los capitalinos adquirió una mayor relevancia, pues el hecho de que los Detroit Red Wings vencieran por 5-4 en tiempo extra ante los Montreal Canadiens y los Pittsburgh Penguins hicieran lo propio por 4-2 ante los Nashville Predators, confirma la dureza de la pelea por el último boleto disponible, lucha a la que se suma su rival de este martes, los Philadelphia Flyers en un duelo directo por la clasificación.