La primera experiencia de Camerin Cardona sobre patines incluyó múltiples adversidades, pero de todas formas, le encantó. Fue una preparación perfecta para su futura carrera en el hockey.
Cardona tenía alrededor de seis años cuando fue a una clase de patinaje libre en Anaheim ICE, cerca de su ciudad natal en el condado de Orange, California. “Patinaba, me caí y me rompí el labio”, recuerda Cardona ahora. Algunos niños podrían haber tomado la caída de cara como una señal de que el deporte no era para ellos. Camerin no. Continuó patinando, ese mismo día.
“Nunca debes rendirte en el primer intento”, dice. “Era mi primera vez. Pensé: ‘Voy a intentarlo otra vez’. Seguí después de eso. No paré. No iba a detenerme”. Una década después, todavía está sobre el hielo. Cardona probó el fútbol, el béisbol y el baloncesto. El hockey lo atrajo como ningún otro deporte.