No obstante, el partido del sábado ante un rival regional como Calgary, los Canucks demostraron que no es casualidad que estén ubicados como uno de los mejores equipos en la presente temporada en la NHL, pues con récord de 45-18-8 (98 puntos), igualaron a los Rangers con la mejor cosecha de puntos en la campaña y a dos de los 100, una proeza no conseguida desde 2014-15.
Oportunos goles en momentos clave, intervenciones de los equipos especiales, con el hombre extra y con uno menos, así como el trabajo en la portería de Casey DeSmith, con su quinta apertura consecutiva en remplazo del titular lastimado, Thatcher Demko, fueron los pilares del triunfo para Vancouver.
“Nos enfrentamos a un buen oponente en un juego de rivalidad y pienso que realmente lo aprovechamos”, dijo el estadounidense DeSmith, quien detuvo 22 de los 24 tiros a gol que generó Calgary para apuntarse su tercera victoria consecutiva y dejar su marca en 10-5-6 en 21 aperturas. “No puedo decir lo suficiente por la forma en que terminamos el juego”.
Fue el delantero sueco Nils Hoglander quien dio la voz de ataque para Vancouver, pues tan solo después de haber transcurrido 48 segundos desde el faceoff inicial, el joven de 23 años anotó su gol 21 de la campaña para marcar la pauta del juego y poner 1-0 en ventaja a los Canucks, sellando una triangulación entre Conor Garland, Elias Pettersson y él.
Fue la tercera vez en la temporada que Vancouver anotaba un gol dentro del primer minuto de un juego en la presente temporada, contabilizando también los goles de Brock Boeser (0:15 segundos el 9 de noviembre) y el de J.T. Miller (0:24 segundos el 13 de marzo).
Hoglander volvió a anotar y fue gracias tanto a su velocidad como a su talento. Arrancando con velocidad desde atrás de la línea roja en un contragolpe con Pettersson, su paisano le cede el disco al ver que llevaba mayor velocidad, pero la manera en la que resolvió, ante su paisano Jakob Markstrom, portero de Calgary, sorprendió a sus propios compañeros para poner el 2-0 a los 8:16 del segundo tercio.
“Me engañó. Pensé que iba a tirar y luego hizo lo que todos vimos”, dijo Pettersson, quien atestiguó en primera fila la maniobra de su compatriota.
Calgary, con la urgencia de salir del bache en el que está y con la meta de colarse a la postemporada, no bajó los brazos. A los 18:31 de ese mismo segundo periodo, Rasmus Andersson puso en el marcador a los Flames, recortando la desventaja a 2-1.