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Más allá del talento y de las aptitudes deportivas, el carácter es un factor potencialmente determinante para cualquier equipo en los Playoffs de la Stanley Cup.

En una serie de postemporada, cuando las habilidades de ambas escuadras son evidentes y quedan pocos secretos entre ambos lados, la resiliencia de un conjunto determinado es lo que puede inclinar la balanza de un lado.

Ese fue el caso el domingo para los Canucks, quienes obtuvieron un triunfo importante con el que ponen en jaque a los Predators, con un lauro que los coloca con la serie 3-1 a su favor, a punto de volver a casa para intentar sentenciar a Nashville en su enfrentamiento de primera ronda.

Pero más allá del resultado, fue el cómo lo consiguieron, lo que deja a Vancouver en una posición favorable para continuar su camino en los playoffs, con la confianza por el cielo.

Los Canucks lograron lo imposible para salir del Bridgestone Arena con la serie 3-1, luego de vencer el domingo 4-3 a los Predators en tiempo extra, con una remontada épica que se ganó un espacio en los libros de récords del club.

VAN@NSH R1, J4: Lindholm anota el gol del gane en la prórroga

Con su portería desguarnecida, intentando desesperadamente empatar el marcador, viéndose abajo 3-2 en la pizarra, Vancouver estuvo a centímetros de verse abajo por dos goles y enfrentar el hecho de tener que volver a casa con la serie empatada a dos triunfos por lado.

Un disparo realizado por el delantero de Nashville Colton Sissons, cuando restaban 1:50 minutos para el cornetazo final, golpeó el poste de la portería vacía de los Canucks. Vancouver continuó luchando después de eso, hasta que Brock Boeser, a ocho segundos del final, consiguió el anhelado gol del empate, para forzar la prórroga.

“Hemos tenido varios escenarios en los que anotamos en situaciones de seis contra cinco”, expresó Boeser. “Tuvimos los espacios que queríamos. A veces entran. A veces no. Afortunadamente, hoy entraron”.

“Creo que ha habido muchas ocasiones este año en el que mostramos nuestro carácter”, continuó el delantero, que además completó un Hat-Trick con ese importante tanto. “Creo que nos hemos preparado para estos momentos. Pienso que el mensaje que puedes dar es el de no rendirte hasta el cornetazo final. Eso fue lo que hicimos. Continuamos batallando hasta que empatamos. Nos sentíamos muy bien de cara a la prórroga”.

Ciertamente, Vancouver no bajó el ritmo en el período adicional. Elias Lindholm marcó el gol de oro en el minuto 1:02, siendo el tercer tanto más rápido que se haya anotado en tiempo extra en postemporadas en la historia del club — Alex Burrows (0:11 en 2011) y Chris Tanev (0:11 en 2020).

“Gran pase por parte de [Conor] Garland”, señaló Lindholm. “Estaba abierto al frente. Obviamente, cuando anotas un gol así, te sientes aliviado y con muchas emociones. Perdí un poco la voz. Es una buena sensación”.

VAN@NSH R1, J4: Boeser registra su primer hat trick en los playoffs

El Juego 4 de la Primera Ronda entre Canucks y Predators significó la segunda ocasión en la historia de la NHL en la que un equipo logra anotar el gol del empate en los últimos 10 segundos del tiempo regular y luego marca el del triunfo en los dos minutos iniciales de la prórroga — la otra ocasión fue conseguida por los Rangers en el Juego 5 de la Semifinal de Conferencia del 2012.

De su parte, Boeser se convirtió en el tercer jugador en la historia en registrar un Hat-Trick en los playoffs con un gol para empatar el partido en el último minuto del tercer período, completando además el primer juego de tres tantos para un jugador de los Canucks en casi 30 años — Trevor Linden en 1996.

Pero para resaltar aún más la proeza de los Canucks, hay que tener en cuenta quién estaba en su portería, deteniendo 27 de los 30 disparos que hicieron los Predators en la jornada.

Con Thatcher Demko fuera por una semana y Casey DeSmith siendo apartado a última hora por una lesión no revelado, Artus Silovs fue el encargado de la meta de los visitantes en el Juego 3, convirtiéndose así en el tercer portero diferente en obtener un triunfo en esta serie para los Canucks, con los dos primeros haciendo lo propio en los dos encuentros iniciales, respectivamente.

La única ocasión previa en la que tres guardametas de los Canucks iniciaron los tres juegos iniciales en una serie de postemporada fue en el 2004, mientras que los Blackhawks de 1972 es el único conjunto que había contado con tres porteros acreditándose al menos un triunfo en una misma serie de playoffs.

Vancouver luchó con múltiples factores adversos el domingo. Pero al final, los dirigidos por Rick Tocchet se la ingeniaron para salir airosos. Ahora, el escenario es muy diferente. Volver a casa arriba 3-1 en una serie de postemporada es muy distinto a hacerlo 2-2. Ahora, en busca del lauro más importante del duelo de primera ronda, los Canucks recibirán el martes a Nashville y, de ser necesario, lo volverán a hacer el viernes y el domingo.

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