Pero en los siguientes 20 minutos, Dallas demostró la calidad que le valió ser el mejor equipo de la Conferencia Oeste durante la ronda regular (113 puntos). Fue en ese momento cuando Jason Robertson tomó el protagonismo individual en la fracción con dos goles para nivelar la pizarra, comenzando a los 5:35 del segmento cuando remató con fuerza un pase de Roope Hintz para colocar la pizarra 2-1.
Más tarde, a los 8:05 del mismo período intermedio, Robertson colocó todo 2-2 en un jugada iniciada por el propio delantero con un disparo desde la línea azul que, tras el rebote del portero Stuart Skinner, la defensa de los Oilers no pudo despejar y de esa manera el alero de los Stars elevó el disco con un disparo de reversa que terminó en el fondo de la malla rival.
El tercer tanto consecutivo de Dallas, se produjo después de que el capitán de los visitantes, Jamie Benn, logró mantener el disco en el área rival y tras patinar por detrás de la red de Edmonton, sacó el pase para un Logan Stankoven que a pesar de caerse logró habilitar Wyatt Johnson y éste no perdonó la oportunidad para marcar el 3-2, llegando a ocho tantos en los actuales playoffs. “Es simple, ganamos más batallas y capitalizamos las oportunidades, en esta época del año, se trata de eso, de poder ejecutar”, puntualizó Johnston.
Los locales fueron capaces de responder en el minuto final del segundo parcial y lo hicieron a través de Adam Henrique, quien debutó en esta serie después de superar problemas físicos y con 53 segundos por disputar en el segmento, el delantero venció la presión defensiva para desviar un pase de Connor Brown hasta el fondo de la red, logrando empatar las acciones 3-3, con su primer gol en una Final de Conferencia desde el año 2012.
Jason Robertson finalizó su actuación memorable a los 11:54 de tercer período, cuando después de que el defensa Esa Lindell rompiera su bastón con un remate desde la línea azul, aprovechó un desvío en el patín de Leon Draisaitl y tras tener
Mucho tiempo con la posesión, optó por rematar fuerte a quemarropa ante el portero Skinner, para colocar la pizarra 4-3 con el primer triplete de su carrera en la postemporada. “Honestamente son remates que se practican y le doy mucho crédito a nuestros entrenadores por ello. La confianza de haber anotado dos veces, me motivó a sacar ese disparo”, puntualizó Robertson sobre la jugada.
Con más de dos minutos por disputar, el entrenador de los Oilers, Kris Knoblauch, decidió retirar a su portero Skinner para contar con un atacante extra, pero lejos de dar resultado, la estrategia facilitó las cosas a unos Stars que consiguieron el 5-3 definitivo a los 18:05 el parcial final, cuando Miro Heiskanen ganó tomó el disco y sacó un disparo que cruzó toda la pista, sellando la victoria de los texanos con una anotación que le permitió al jugador convertirse en apenas el cuarto defensa en la historia de la NHL que alcanza los 60 puntos playoffs, antes de cumplir 25 años.
“La clave para nosotros fue que nunca entramos en pánico”. Enfatizó Heiskanen. “Los partidos duran 60 minutos y no 25, entonces cuando somos capaces de mantener la calma, podemos pensar mejor, recuperar el enfoque, para de esa forma volver a nuestro plan de trabajo”. Finalizó el defensa.