La temporada de 2024-25 de la NHL ya va volando. Y en este comienzo, algo que es de notar es el inicio de tres equipos que entraron a la campaña con altas expectativas.
Los Edmonton Oilers, Colorado Avalanche y Nashville Predators se ubican en la parte baja de sus respectivas divisiones, tratando de enderezar el camino.
Los Oilers son los reinantes campeones de la Conferencia Este y tienen la misión de regresar a la Final de la Stanley Cup. En junio no pudieron levantar la sexta copa de su historia al caer en siete juegos ante los Florida Panthers.
En este inicio de 2024-25, parece que la resaca de ese largo trayecto en los Playoffs está afectando a los Oilers. El equipo tiene una marca de 2-4-1 y se ubica en el séptimo lugar de la División Pacífico. Llevan una racha de dos derrotas. En su último partido, el martes, perdieron 3-2 en el tiempo extra contra los Carolina Hurricanes.
Uno de los mayores problemas que tiene el club es su inefectividad en el Power Play. Solo han podido aprovechar dos de las 19 oportunidades que han tenido jugando con la ventaja numérica. Su porcentaje de efectividad es solo de 10.5% a lo largo de siete partidos. La temporada pasada terminaron con un 26.3%, entre las 10 mejores unidades de Power Play de la liga.
Para revivir el Power Play, el entrenador en jefe de Edmonton, Kris Knoblauch, está tratando de acomodar a sus figuras como Connor McDavid, Leon Draisaitl, Zach Hyman, Ryan Nugent-Hopkins y Evan Bouchard en diferentes combinaciones en busca de una solución.