Uno de los objetivos primarios para el equipo dirigido por el coach De la Garma previo a este torneo era permanecer en la División II B, para que las chicas de la selección siguieran fogueándose ante las rivales en este nivel de hockey femenino y tratar de elevar su nivel de juego de manera gradual, sin dejar de aspirar al sueño máximo de buscar el ascenso hacia la División II A.
"La clave fue el trabajo de las chicas, es un grupo que desde que empezó este proyecto, hace unos ocho años, va subiendo, tiene una entrega absoluta por este deporte, es su vida, su pasión, es una familia y se entrega en el hielo de una manera impresionante", comentó De la Garma. "A veces se cometen errores técnicos o tácticos, pero la entrega es de otro nivel y, a fin de cuentas, eso es lo que da el resultado.
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En la apertura frente a España, la selección mexicana tuvo un primer periodo de pesadilla, lo cual significa que las hispanas vivieron un lapso de esplendor, anotando cuatro goles, una cosecha que les ayudó a sentar las bases de su triunfo.
En la segunda jornada ante las islandesas, México halló más paridad en un juego dramático. Dos goles de Claudia Téllez y otro de Natalia Amaya, cimentaron ese importante triunfo en la segunda jornada.
Luego vino una dura derrota ante las letonas, un juego en el que realmente se notó el por qué fue el equipo que descendió de la División II A. Después de un primer periodo de una sola anotación, las bálticas explotaron anotando cuatro goles para abrir la brecha y escapar con un triunfo contundente.