Los locales se fueron arriba a los 4:47, cuando Noah Cates consiguió su cuarta anotación en el torneo, después de robarle el disco a delantero rival, Brock Nelson, en el centro de la pista, para luego rematar con fuerza desde la larga distancia y perforar la red con un tiro que pasó por encima del portero Semyon Varlamov.
Nick Leddy interceptó un pase de los Flyers y mantuvo en la zona rival, provocando un mal despeje de la defensa de Philadelphia que fue tomado por Matt Martin, quien también llegó a cuatro tantos en la temporada, gracias a un tiro desde la media distancia que rebotó en la pierna del guardameta Samuel Ersson y terminó en la red para el 1-1.
Después de una gran parada del portero Varlamov, los Islanders armaron una salida letal encabezada por Mathew Barzal, quien después de cruzar la línea azul, sacó un pase adelantado para Bo Horvat y éste elevó el disco con potencia suficiente para poner arriba a los visitantes 2-1, llegando a 30 goles en una campaña por tercera vez en su carrera.
Con apenas 43 segundos transcurridos en la segunda fracción, Travis Sanheim inició y terminó una gran jugada individual, no sólo por recuperar el disco en el área de los Flyers, sino por el hecho de nunca perder la posesión mientras cruzó toda la pista para finalmente, conectar con fuerza y nivelar la pizarra 2-2 con su décimo tanto de la temporada.
Antes de terminarse el segundo período, Nueva York hizo sentir su presencia física en la zona de Philadelphia, gracias a un Jean-Gabriel Pageau, quien provocó otra pérdida en la defensa de los Flyers, lo que ayudó al capitán de los Islanders pasar el disco al defensa, Alexander Romanov quien mandó un disparo desde la línea azul que fue desviado por el propio Martin, quien con su gol número 19 en la temporada, puso arriba a los neoyorquinos 3-2.
Pero para la alegría de los 18.556 espectadores que se dieron cita en el Wells Fargo Center, la estrategia del entrenador de los Flyers, John Tortorella, de retirar a su portero en el minuto final del tercer período, dio el resultado esperado gracias a un Morgan Frost que se plantó frente a la red del portero Varlamov y desde allí, empujó un disco suelto para empatar dramáticamente el juego 3-3 con sólo nueve segundos por disputar en el tiempo reglamentario. Fue el tanto número 13 para Frost en la campaña.
Sin embargo, a los 1:24 del tiempo extra, Frost pasó de héroe a villano, al no poder controlar un pase de Jamie Drysdale dentro de la zona de los Flyers, lo que le permitió a Kyle Palmieri robar el disco para luego mandar un centro a un desmarcado Brock Nelson que lo conectó de primera y anotó el gol del triunfo de los Islanders 4-3.