Después de perder en la primera ronda de los Playoffs de la Stanley Cup en la campaña pasada y ver cómo el capitán Steven Stamkos tomaba la decisión de salir del equipo en el receso de temporada, parecía que los años de gloria de los Tampa Bay Lightning, que los llevaron a ganar el campeonato en años consecutivos y a disputar tres finales al hilo, quedaban en el pasado.
Sin embargo, con el conjunto floridano acercándose a completar el primer cuarto de su temporada 2024-25, ese concepto no podría lucir más alejado de la realidad ahora.
Aun lidiando con ciertas inconsistencias, el Lightning ha tenido una buena primera parte de temporada en general, especialmente en una sorpresivamente débil División Atlántica — la única hasta ahora sin ningún conjunto con 30 puntos o más — en donde se ubican a apenas cuatro puntos de los punteros Toronto Maple Leafs, con el segundo mejor porcentaje de unidades. Y quizás lo más sorprendente de todo sea que, incluso con la salida de Stamkos, el ataque de Tampa Bay se ha visto rejuvenecido en lo que va de año, algo que demostraron claramente el lunes, cuando vapulearon 8-2 al Colorado Avalanche en el Amalie Arena.
El inicio del partido fue una tormenta perfecta para los locales. Apenas transcurrieron unos minutos para que la ofensiva del Lightning comenzara a castigar a un equipo de Colorado que lucía perdido ante el férreo ataque de sus rivales. Cuando sonó el cornetazo que indicaba el final del primer período, Tampa Bay disfrutaba de una ventaja de 5-1, que naturalmente pavimentó el camino para el resto del juego.