Con 31 salvadas, el guardameta fue un muro infranqueable, sobre todo en los primeros minutos del encuentro, cuando los Penguins presionaron con intensidad.
“Se siente bien. Conseguimos dos puntos. Gran trabajo”, expresó Shesterkin tras el partido. “Intentaron ir con todo hacia la portería en los primeros 10 minutos. Hicieron un gran trabajo frente a mí... solo traté de jugar mi juego”.
Esta blanqueada no sólo fue significativa por su impacto inmediato en el inicio de la temporada, sino también por su lugar en la historia del equipo.
Los Rangers no habían conseguido dejar en cero a su oponente en un partido inaugural desde el 12 de octubre de 1956, cuando Gump Worsley lo hizo ante los Chicago Blackhawks. Shesterkin se une así a un selecto grupo de porteros que han logrado esta hazaña, incluyendo a leyendas como John Ross Roach, Dave Kerr y Hal Winkler. Además, con esta actuación, Shesterkin es ahora el sexto guardameta en la historia del club en sumar tres victorias en partidos inaugurales de temporada, junto a nombres como Henrik Lundqvist y el propio Worsley.
En el otro lado del hielo, la ofensiva estuvo brillante, con unos Rangers demostrando la pólvora colectiva que poseen. Chris Kreider fue el principal protagonista en el ataque, al aportar dos goles. El delantero oriundo de Boxford, Massachusetts, no sólo fue decisivo en este encuentro, sino que hizo historia al convertirse en el primer jugador en la historia de los Rangers en anotar múltiples tantos en partidos inaugurales de manera consecutiva. Su desempeño fue fundamental para que el equipo de Nueva York marcara al menos seis goles en su debut de temporada por tercera vez en los últimos 40 años.
Panarin fue otra figura clave, con dos asistencias que impulsaron la ofensiva del equipo. Desde el inicio de la pasada temporada, el ruso ha acumulado 35 partidos con múltiples puntos, la quinta cifra más alta en la NHL durante ese período.
Por su parte, Alexis Lafrenière, con un gol y una asistencia, y Jacob Trouba, con dos asistencias, completaron la sólida actuación ofensiva de los Rangers, siendo los otros jugadores en aportar múltiples puntos en Pittsburgh. En general, los Rangers aportaron goles desde cada una de sus cuatro líneas, lo que refleja nuevamente la profundidad del equipo neoyorquino.