Tras los espectaculares actos protocolarios que incluyeron la interpretación del Himno de Estados Unidos con el grupo de R&B Bell Biv DeVoe con el fondo musical de la orquesta de los Boston Pops, y la participación de la leyenda de los Bruins, Bobby Orr, siguió un juego de gran nivel y muy parejo, tal y como se anticipaba.
Prueba de ello fue un primer periodo muy intenso, entretenido y bastante disputado, con verdaderamente pocas oportunidades claras de anotar para cualquiera de los dos equipos.
Con toda certeza el evento más destacado en el tercio inicial fue la repentina e inoportuna lesión del portero titular de los Penguins, Tristan Jarry, quien apenas a los 4:30 del tercio inicial no pudo seguir en el juego, mostrando incomodidad para sostenerse previamente. Tuvo que entrar Casey DeSmith en su lugar a remplazarlo el resto del juego.
Cuando parecía que esa intempestiva sustitución iba a afectar visiblemente y de inmediato a los Penguins, fueron los visitantes los que se adelantaron en el marcador cuando a los 8:40 del segundo periodo el delantero finlandés Kasperi Kapanen capitalizó una gran jugada detrás de la portería rival por parte de Danton Heinen para anotar el 1-0 en situación de power play.
A pesar de que los decibeles bajaron en Fenway Park, debido al gol de Pittsburgh, tal y como ha sido el sello de los Bruins en la presente campaña, el equipo de Jim Montgomery no bajó los brazos y no dejó de luchar a pesar de que los Penguins coquetearon con el 2-0 y que se estaban defendiendo con bastante oportunismo.
"Ni siquiera tengo palabras para describir lo que hemos vivido con este juego", dijo DeBrusk refiriéndose al ambiente, las personalidades, el recinto y todo cuanto envolvió el Winter Classic. "Esto es Fenway Park, el Winter Classic, algo con lo que sueñas en involucrarte. Con anotar en este evento".
Las cosas no se movieron demasiado hasta llegado el tercer periodo, cuando el juego dio un vuelco irrevocable.
Reacción de los Bruins gracias a DeBrusk
Jake DeBrusk ahora puede agregar su nombre a la lista donde aparecen otras figuras de los Bruins quienes han tenido actuaciones memorables en partidos al aire libre.
Tal es el caso de Marco Sturm, quien, con una asistencia del actual capitán de Boston, Patrice Bergeron, ganó el primer Winter Classic en Fenway Park allá por 2010, en tiempo extra ante, los Philadelphia Flyers.
O al del delantero checo David Pastrnak, quien, en 2021 en el juego al aire libre en Lake Tahoe ante los Flyers, se lució con un hat trick para guiar a los bostonianos a la victoria.
A los 7:46 del tercer periodo, ante una defensa de Pittsburgh que estaba dando muy pocas oportunidades, DeBrusk se fabricó una jugada tras la habilitación de Brad Marchand, pues luego de recibir el disco a unos tres metros de la portería, por un costado, se incrustó en la zona frontal para batir a DeSmith con un tiro quemante, de corto rango para igualar 1-1 la pizarra.
En ese momento el Fenway Park despertó, como si los Red Sox hubieran pegado un cuadrangular. Pero el júbilo para los locales no se acabaría ahí.
Una vez más, en una jugada donde los Bruins encimaron a los Penguins buscando una ranura, un rebote, algo en su favor, nuevamente apareció DeBrusk, con mucho oportunismo.
Taylor Hall decidió atacar la zona frontal de la portería de DeSmith, a quien pensaba batir con un tiro de revés, y aunque ese intento no surtió efecto, de manera providencial, por el otro costado, pareció DeBrusk, quien aprovechó que DeSmith se estaba recuperando de la salvada al tiro de Hall, para empujar el rebote y de ese modo darle la vuelta al juego y consumar la remontada.
"Esto es muy especial y me siento muy bendecido de haber sido parte de esos dos goles obviamente y que obtuvimos la victoria. Es una de esas cosas que siempre quieres que te sucedan y sucedió", comentó DeBrusk al término del encuentro. "La clave para nosotros fue ser pacientes, eso fue muy importante, así como también capitalizar nuestras oportunidades".
Los Penguins viven momento complicado