4.- El factor musical
Una agrupación musical famosa en el área de Boston es la orquesta Boston Pops, la cual junto al grupo de R&B Bell Biv DeVoe, interpretaron el Himno Nacional de Estados Unidos previo al inicio del juego.
En el primer intermedio, apareció la agrupación, ganadora en dos ocasiones del Premio Grammy, llamada The Black Keys, que interpreta una mezcla de rock con punk y que animó a la tribuna en Fenway.
Una tradición de los Red Sox es que en intermedio del octavo inning tocan la canción Sweet Caroline de Neil Diamond, un tema musical ya incrustado en el corazón de los bostonianos y en los fans del equipo en particular, sobre todo en la parte de los coros de la canción. En medio del Winter Classic, apareció la canción que se lanzara en 1969 y que unificó en cánticos a la afición.
5.- Escenario memorable
Fenway es uno de los estadios más espectaculares que hay en las Grandes Ligas, sin importar cuál sea tu equipo. Es un estadio que, al haber sido inaugurado en 1912, está lleno de peculiaridades. Aunado a todo eso, la preparación y la atención al detalle que puso la NHL y su equipo de producción, hicieron del recinto un museo viviente, con casi cada rincón invitando a los presentes y televidentes a maravillarse.
6.- Dos equipos brindando un juego a la altura de las circunstancias
Bruins y Penguins son equipos que cuentan con grandes jugadores en sus filas. Bergeron, Brad Marchand, David Pastrnak, Taylor Hall, Charlie McAvoy, pero Pittsburgh también con Crosby, Evgeni Malkin, Jake Guentzel, Rickard Rakell, entre otros.
Luego de un primer periodo sin goles, los Penguins tomaron la delantera con el gol de Kasperi Kapanen y luego los Bruins empataron y le dieron la vuelta para darle mucho dramatismo y emotividad al especial cotejo en Fenway.
7.- La inesperada lesión de Jarry
Apenas a los 4:30 del primer periodo, se presentó la primera gran dificultad para los Penguins cuando su portero titular, Tristan Jarry, se vio obligado a dejar el hielo por una lesión en una pierna, lo que derivó en que el guardameta suplente, Casey DeSmith, tuviera que entrar al quite, deteniendo 19 de los 21 disparos que encaró.