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El mejor equipo de la NHL en la fase regular y hasta las dos primeras rondas de los playoffs, los New York Rangers, se juegan su temporada este sábado cuando se metan a la Amerant Bank Arena para el Juego 6 de la Final de la Conferencia del Este ante los Florida Panthers, pero solo les vale ganar, porque de lo contrario, es el fin de su viaje en la postemporada.

Rangers con historial variado

Desde su fundación, los neoyorquinos han disputado un total de 23 Juegos 6 en la carretera, dejando un balance de 10 victorias y 13 derrotas. Sin embargo, en series en la que han caído en desventaja de 3-2, han logrado forzar un séptimo partido en cinco ocasiones, siendo la mayor cantidad en la NHL.

Tras una campaña de 55 victorias, que les ayudó a ganar el Presidents’ Trophy, como el equipo con el mejor récord al término de la temporada regular, los Rangers estarán enfrentando la eliminación por primera vez en los playoffs en la Amerant Bank Arena para el Juego 6 de la Final del Este. Los neoyorquinos aceptan el reto y admiten la dureza de la postemporada.

“Lo hemos dicho varias veces: se supone que ganar la Stanley Cup no es fácil”, dijo el viernes el delantero de los Rangers Vincent Trocheck. “Son este tipo de momentos los que realmente convierten a un equipo en uno que puede convertirse en campeón. Así que creo que de cara a mañana no debemos dar por sentada la posición en la que nos encontramos ni la oportunidad que tenemos por delante”.

Nueva York necesita producir en Power Play

Ciertamente conforme avanzan los Playoffs de la Stanley Cup las cifras en muchos aspectos se van modificando, los parámetros de eficacia se van haciendo más compactos y eso es precisamente lo que ha sucedido con el Power Play de los Rangers, que en la Final de la Conferencia del Este pasa por un gran bache.

Ahora que los Rangers enfrentan eliminación de cara al Juego 6 de la serie ante los Florida Panthers, al equipo neoyorquino le urge que su eficacia en situaciones de ventaja numérica sea como lo fue en la ronda inicial ante los Washington Capitals, etapa en la que convirtieron seis de 16 oportunidades. 

Ante los Hurricanes, en la Segunda Ronda, la producción de los Rangers decreció a capitalizar cinco de 19 oportunidades con el hombre extra, particularmente una de 10 en los cuatro últimos juegos de la serie contra Carolina y desde entonces, el Power Play de los Rangers está gélido y se ha dejado de convertir en un arma que les ayude a ganar los partidos.

Con solo un gol en ventaja numérica (en el Juego 4) en 14 oportunidades en la Final de la Conferencia del Este ante los Panthers, los Rangers están urgidos de forzar las ocasiones con un jugador extra sobre el hielo para darse una oportunidad de llevar la contienda a lo máximo con un hipotético Juego 7 en el Madison Square Garden, pero de no lograrlo, las posibilidades se reducen.

FCE, J5: Panthers @ Rangers Resumen

Panthers cómodos en situaciones de alta importancia

Decir que los Florida Panthers han hecho de los terceros periodos y del tiempo extra su escenario favorito para brillar en la Final de la Conferencia del Este, es una manera de ver las cosas. Pero lo que la analítica revela, es todavía más contundente.

Con el juego empatado a mediados del tercer periodo de un vital Juego 5 de la Final del Este y en gira, los Panthers se las arreglaron para elevar su nivel de juego y complicarles las cosas a los Rangers en su propia casa. Decir que anotarles un gol a los 10:22 del último periodo que resultó vital es solo la punta del iceberg, pero conseguir el segundo del periodo con la red vacía para el 3-1, fue producto del amplio dominio de Florida.

Luego de sumar 21 tiros a gol durante los dos primeros periodos, los Panthers aumentaron la metralla y sumaron 16 en el tercero. De acuerdo con el sitio NaturalStatTrick.com, en situaciones de cinco contra cinco en el tercer lapso, Florida superó a los Rangers en tiros (14-7), intentos de tiro de alto peligro (8-2) y (12-5) en oportunidades anotadoras.

Florida apela a la experiencia

Después de la derrota en cinco juegos en la Final de la Stanley Cup el año pasado, ante los Vegas Golden Knights, el entrenador Paul Maurice ha logrado implementar la filosofía de aprender de los errores, siendo una postura que a lo largo de esta postemporada se ha visto, con unos Panthers que han logrado hacer ajustes tanto ofensivos como defensivos. 

Pero todo empieza con un enfoque calmado. Y es que el equipo evita la ansiedad de entrar a la pista para el sexto juego ante los New York Rangers, sabiendo lo que está sobre la mesa. Una característica que le ha valido cerrar sus dos series anteriores en menos de siete partidos; cinco ante el Tampa Bay Lightning y seis ante los Boston Bruins.

“Definitivamente ayuda mucho. Saber todo el esfuerzo que se necesita para llegar a este punto y tener éxito a estas alturas”, dijo el delantero de los Panthers Sam Bennett el viernes. “Se necesita mucho esfuerzo y aprendimos bastante el año pasado, cometimos muchos errores, pero hemos crecido como grupo, creo que ahora hemos tenido mayor liderazgo por parte de todo el grupo, de los jóvenes, de los veteranos, y eso es genial, ver que todos den un paso al frente de distintas formas”.

FLA@NYR FCE,J5: Bobrovsky niega gol a Trocheck y a Fox

Laviolette y Bobrovsky, de aliados a rivales

Sergei Bobrovsky, ganador en dos ocasiones del Vezina Trophy (al mejor portero de la NHL) y nominado este año para intentar conseguir un tercer galardón, debutó en la NHL en el ahora remoto año de 2010 a los 21 años con los Philadelphia Flyers. El entrenador que le dio la confianza para debutar como titular fue, precisamente Peter Laviolette.

Por estos días, Bobrovsky está tratando de guiar a los Florida Panthers a su segunda Final de la Stanley Cup, pero Laviolette quiere impedir ese propósito como entrenador en jefe de los New York Rangers. Ambos se conocen, pero existe solamente un gran respeto entre ambos, sin dejar de lado las metas que cada uno persigue con sus respectivos equipos.

“Como lo tuve cuando era un jugador joven en Philadelphia, lo he visto crecer", dijo Laviolette. “"Los años que pasó en Columbus y ahora en Florida, demostró ser un portero de primer nivel en la Liga. Pero era un tipo que trabajaba todos los días en el hielo. Quería mejorar en su oficio y lo hizo”.

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