Mikko Rantanen #96 of the Colorado Avalanche celebrates a goal against the Los Angeles Kings in the second period at Ball Arena on November 13, 2024 in Denver, Colorado. (Photo by Jamie Schwaberow/Getty Images)

A pesar de un inicio tambaleante de temporada, el Colorado Avalanche no ha hecho otra cosa que ascender en la tabla de posiciones en los últimos días.

Al vencer a Los Ángeles Kings 4-2 en la Ball Arena el miércoles, los dirigidos por Jared Bednar lograron su tercer triunfo consecutivo y sexta victoria en los últimos 10 compromisos, para colocarse en el cuarto lugar de la División Central, con récord de 9-8-0 (18 puntos) en la temporada — misma cantidad de unidades que los Dallas Stars, que se ubican de terceros por haber disputado tres encuentros menos que Colorado.

Sin embargo, el lauro ante los Kings podría ser crucial en el intento del Avalanche de terminar de enderezar su rumbo.

La ofensiva de Colorado es conocida por ser una de las más peligrosas de la liga. Incluso en los altibajos, el club se ubica empatado en el noveno lugar de la NHL con 3.47 goles anotados por partido. La defensa es otra historia. El Avalanche es el tercer peor conjunto de la liga con 3.71 recibidos por encuentro.

LAK@COL: Rantanen empata el juego y sella triunfo con sus tres goles

Esa no es una combinación ideal para ningún equipo de la NHL. Y Colorado lo sabe. De allí que el hecho de ver a la línea azul brillar el miércoles ante los Kings — cuarto mejor equipo de la Conferencia Oeste con 21 puntos — sirva como una señal bien alentadora sobre el futuro de este equipo de aquí en adelante.

Y es que la defensa del Avalanche no sólo se destacó; sino que sofocó completamente el ataque de Los Ángeles, que apenas pudo registrar 15 tiros a puerta en todo el juego, y ninguno durante un segundo período dominado completamente por los locales.

Este esfuerzo colectivo de la línea azul le dio al portero Alexandar Georgiev una de sus noches más tranquilas en la temporada, pues sólo tuvo que detener 13 disparos, reflejando el compromiso defensivo del grupo.

"Significa mucho", comentó Bednar sobre el logro defensivo. "Nuestros muchachos estaban comprometidos. Ese equipo [de los Kings] es realmente bueno, y para lograr eso se necesita urgencia y compromiso. Estamos en la dirección correcta".

Además, con una defensiva comprometida, el ataque pudo desplegarse y exhibir todas sus fuerzas. Mikko Rantanen brilló con un Hat-Trick, el segundo que consigue en la temporada y noveno de su carrera. Este hito lo coloca en el cuarto lugar entre los jugadores nacidos en Finlandia, superando a Sebastian Aho y Tomas Sandstrom, y ubicándose sólo detrás de figuras como Jari Kurri, Teemu Selanne y Patrik Laine — su primer partido de tres goles este año fue en el juego inaugural contra Vegas el 9 de octubre.

Cabe destacar que con cada triplete, la empresa AstraZeneca dona US$3,000 a la Hockey Fights Cancer Fund de la V Foundation, agregando un significado especial a su rendimiento.

"Se sintió bien", dijo Rantanen sobre el logro. "Fue un buen esfuerzo de equipo, ante todo, y obviamente Nate [MacKinnon] hizo un gran pase en el segundo gol y Cale tuvo una gran asistencia en el quiebre rápido".

El juego de Rantanen no sólo lo destacó a nivel individual, sino que también subrayó la química que ha construido con Nathan MacKinnon, su compañero de línea desde hace años. Ambos combinaron asistencias en un gol por 98va vez, rompiendo el récord de dupla histórica en el equipo, que pertenecía a los hermanos Peter y Anton Stastny.

"La química se construye a lo largo de los años", indicó Rantanen. "Recuerdo jugar con él en mi año de novato y ya sentía que pensábamos de manera similar. Es el mejor jugador del mundo, y hace que sea fácil para mí".

MacKinnon, quien aportó tres asistencias, también mantiene una racha impresionante de 11 juegos consecutivos con puntos en casa, liderando la NHL con 33 unidades esta temporada. Su desempeño ha sido un motor clave para Colorado, que ahora tiene la confianza de que, con este tipo de esfuerzo defensivo, puede estabilizar su temporada y aspirar a la cima de la División Central.

El entrenador de Los Ángeles, Jim Hiller, reconoció la presión constante del Avalanche en el segundo período como un factor decisivo.

"Nos presionaron, y no manejamos bien esa presión", explicó. "Por alguna razón, en el segundo período, tuvimos muchos problemas para conectar pases y salir de nuestra zona".

Para Colorado, este triunfo representa mucho más que una victoria; es una declaración de que, cuando este equipo mantiene su intensidad en ambos lados del hielo, puede ser prácticamente imparable. La defensa no ha sido su punto fuerte esta temporada, pero si logran continuar en esta línea de compromiso y esfuerzo colectivo, el futuro parece prometedor.

Será interesante seguirle la pista a este grupo, que podría estar al borde de un despegue. Su próximo reto será ante los Washington Capitals el viernes, en lo que será el cierre de una serie de cuatro juegos en casa.

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