Juan Copeland busca ser un motivador boricua entre latinos

Juan Copeland patinó para los London Knights, Lincoln Stars y la selección nacional de Puerto Rico la temporada pasada, todo a un par de meses de cumplir 18 años.

Se cree que es el primer jugador en la historia del hockey en jugar para esos tres equipos en el mismo año calendario. Sea cual sea su próximo destino, Copeland planea seguir representando a Puerto Rico a nivel internacional, tal como lo ha hecho en cada uno de los últimos dos veranos.

“Quiero tener la posibilidad de jugar al más alto nivel que pueda, para mostrar a los países del Caribe que las personas con [nuestra] ascendencia pueden practicar otros deportes además del beisbol o el boxeo”, dijo Copeland recientemente a NHL.com. “Quiero que los niños pequeños puedan mirar hacia arriba y decir: ‘Vaya, si ese chico puede jugar a ese nivel, yo también puedo’.

Y añade: “Con suerte, uno de esos niños algún día jugará [a un] nivel más alto que yo o jugará en la NHL de manera constante. Eso es lo más importante, poder inspirar a los chicos más pequeños y entrar al vestidor y que todos los muchachos respeten que trabajaste tan duro para el equipo de Puerto Rico”.

Copeland, oriundo de Michigan y que juega como alero en ambos lados, tiene dos posibilidades para la temporada 2024-25: podría regresar a Lincoln para una segunda temporada en la United States Hockey League (USHL) o firmar un contrato en la Ontario Hockey League (OHL) con los Kitchener Rangers; planea asistir al campo de entrenamiento de Kitchener como agente libre invitado a partir del 25 de agosto.

Los padres de Juan, Bryan y Sarah Copeland, crecieron en Michigan. La familia de Sarah es de San Juan, Puerto Rico, donde Juan nunca ha estado pero sueña visitar alguna vez. La familia de Bryan ha jugado al hockey de manera recreativa a lo largo de los años. Juan se interesó en el hockey con pelota y el hockey sobre patines a una edad muy temprana, luego se pasó al hockey sobre hielo alrededor de los siete años. En ese momento, la pista más cercana estaba a más de 48 kilómetros de la casa de Copeland en Fowlerville, Michigan.

Juan no sabía que Puerto Rico tenía una selección nacional de hockey hasta que vio una publicación en Instagram en la que su amigo, Logan Cuvo, vestía una camiseta del equipo nacional. Cuvo, propietario de la empresa de cintas adhesivas Best Dam Tape, conectó a Copeland con el entrenador del equipo nacional de Puerto Rico, Paul Cohen. Una vez que Copeland presentó la documentación para demostrar su ascendencia en la isla, tuvo un lugar en la lista.

Copeland jugó su primer torneo para Puerto Rico en 2023, sumando siete goles y cuatro asistencias en tres partidos. Registró otros cuatro goles y seis asistencias en cuatro partidos de la Challenger Series de este año en Nueva York, en la que Puerto Rico se enfrentó a Jamaica y Líbano.

“Puerto Rico tiene un lugar verdadero en su corazón, es la esencia de su persona”, dijo Cliff Mander, agente de jugadores de la firma CKM Sports Management quien ha representado a Copeland desde la temporada pasada. “Cuando miras a su selección nacional y a los jugadores que están surgiendo, él es el más talentoso [del grupo] actualmente. Es un delantero con algunas habilidades cerca de la red. Puede manejar el juego físico. Yo diría que también es un poco inexperto. Todavía hay algunas cosas que pulir”.

Copeland, que cumplirá 19 años en septiembre, puede hablar sobre las realidades del negocio del hockey con mayor perspectiva que muchos jugadores de su edad.

Mientras crecía, pensó que jugaría hockey universitario. La Universidad de Boston era una de las escuelas de sus sueños. Pero en el verano de 2021, surgió un camino diferente: los Niagara IceDogs eligieron a Copeland con la selección general número 22 en la Selección Prioritaria de la Liga de Hockey de Ontario.

“Le dije a mi papá: ‘Voy a ir a la Universidad de Boston’”, recordó Copeland. “Estaba obsesionado con ellos por alguna razón... Y mi papá dijo: ‘Tenemos que esperar y ver en qué estamos de acuerdo todos’. Y luego mi exagente me llamó un par de semanas antes del Draft de la OHL y me dijo: ‘Si quieres ir a la OHL, avísame ahora. Tengo un equipo que quiere llevarte al puesto 22 en la clasificación general’.

“Cuando estaba creciendo, sabía que era un jugador de estilo OHL: mucha habilidad, mucha ofensiva, mucho juego de lado a lado, más que norte y sur, que es la gran diferencia entre la USHL y la OHL. Así que decidí que, para el estilo de jugador que soy, la OHL sería la mejor opción. Volví a llamar a mi agente y le dije: ‘Me voy’. Fue una experiencia loca. Estaba en estado de shock”, añadió.

Copeland totalizó 22 puntos (12 goles, 10 asistencias) en su temporada de debut con Niagara como jugador sub-17. Luego, los IceDogs cambiaron de entrenador en medio de una crisis organizacional y la producción de Copeland se estancó en su segunda temporada en la OHL. No fue seleccionado por ningún equipo en el Draft de la NHL de 2023.

“Lo más importante para mí es no dar por sentado ese tiempo, no tomarse un año libre”, dijo Copeland. “Mi segundo año con Niagara no fue un buen año, porque me sentía cómodo con cómo había sido mi primer año. Pensé que iba a ser fácil.

“Lo primordial es mantener la cabeza humilde. Seguir jugando. Los buscadores de talento quieren al jugador. Obviamente, habrá chicos con cientos de puntos, pero quieren a un chico que sea completo. Los puntos llegarán. Los buscadores vendrán. Hay que ser paciente. No se puede apresurar. No se puede tomar un día libre. Hay que seguir empujando”.

Niagara comenzó la temporada 2023-24 con su tercer entrenador en jefe en la misma cantidad de años. A mitad de la pretemporada, la organización y Copeland acordaron que los nuevos sistemas no eran adecuados para su estilo de juego. El pasado 11 de septiembre, los IceDogs intercambiaron a Copeland y un par de selecciones del draft con los poderosos London Knights, a cambio de Ryan Humphrey y Mathieu Paris.

En un comunicado de prensa, el gerente general asociado de los Knights, Rob Simpson, describió a Copeland como un “jugador de estilo ofensivo, muy hábil y con una gran posesión del disco, la forma en que queremos jugar en London”.

El cambio no funcionó como lo habían previsto los Knights o Copeland. Para la fecha del Halloween, había perdido su lugar en el roster de London y se había mudado a Lincoln, a casi 1,600 kilómetros de distancia. En 52 partidos con los Stars, registró cinco goles y 15 asistencias.

“No fue el mejor año, pero fue el año de mayor desarrollo que he tenido en el hockey juvenil”, dijo Copeland. “Por lo general, es tu primer año, pero no me hicieron responsable en otros lugares como lo hicieron en Lincoln. Me hizo adaptarme y cambiar mi juego.

“Soy un jugador muy ofensivo, pero lo más importante [en Lincoln] fue mi juego defensivo... Bloqueé más tiros de los que podía imaginar, backchecks, ser responsable por no regresar a defender, eso elevó mi juego defensivo”.

Al entrar en su cuarta temporada de hockey juvenil, Copeland es un jugador más completo que nunca. Y la próxima vez que se ponga la camiseta del equipo de Puerto Rico, tendrá aún más conocimiento sobre la vida del hockey para compartir con sus compañeros de equipo.