La temporada 2023-24 no tuvo el mejor de los comienzos para el astro de los Edmonton Oilers, Connor McDavid, pero tampoco para su equipo, que pronto se halló en un agujero que generó una enorme preocupación acerca de si ambas partes serían capaces de salir de él.
La respuesta no llegó ni fácil ni rápido, pero tanto McDavid como los Oilers hallaron la manera de salir para tener un desenlace inédito, inesperado, y al mismo tiempo agridulce, que debe servir como combustible para que el capitán de Edmonton encabece los esfuerzos en 2024-25 para subir el peldaño que faltó, luego de caer en el Juego 7 de la Final de la Stanley Cup, pero luego de ayudar a su equipo a erradicar un déficit de 3-0 y darle esperanzas.
Fue una temporada para McDavid en la que el capitán de los Oilers puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Es cierto que a nivel individual y grupal la meta máxima no se consiguió, pero, por otro lado, pudo disputar su primera Final de la Stanley Cup, ascendió al segundo lugar de la franquicia en asistencias, rebasó la marca de los 900 puntos y su motivación por completar la tarea, no tiene parangón en su carrera.
De un inicio flojo y preocupante a un cierre espectacular e histórico
Después de los primeros 11 partidos de temporada regular, McDavid compilaba 10 puntos, una producción medianamente aceptable para casi cualquier jugador de la NHL, excepto para el ‘97’ de los Oilers y de esas 10 unidades solamente dos eran goles.
Esa baja productividad con la que inició la temporada se notó aún más después de que Edmonton cayera 3-2 ante los San Jose Sharks el 9 de noviembre de 2023, momento en el que se agudizó el rendimiento de McDavid con solo dos puntos en los últimos cinco juegos y que se vio más delicado aun cuando su equipo tuvo marca de 2-9-1 para arrancar la campaña.
No obstante, McDavid respondió como solo él sabe hacerlo, con una racha de 26 partidos consecutivos en casa con al menos un punto en ese lapso (14-47—61 en 26 encuentros), uniéndose a Nathan MacKinnon como los únicos jugadores en activo con una racha de al menos 25 partidos seguidos en casa puntuando.