Juan Carlos Otero

El simple hecho de llegar a organizar un torneo de hockey sobre hielo entre países latinoamericanos fue un logro considerable para el desarrollo del deporte en la región. Al final, ese siempre fue el sueño de su eventual fundador Juan Carlos Otero, quien ha incentivado el crecimiento y la práctica de la disciplina en los mercados hispanos desde que tiene uso de razón.

Sin embargo, a pesar del optimismo que lo caracteriza, tal vez Otero nunca imaginó que la Amerigol LATAM Cup encendía una llama que cruzaría incluso las fronteras de los países de Latinoamérica.

El mes pasado se disputó la quinta edición del torneo, el cual estuvo compuesto por una Primera y Segunda División, una división femenina y tres juveniles; Sub-12, Sub-14 y Sub-16, para un total de 33 equipos participantes, incluyendo representaciones de Armenia, Israel y Egipto, logrando superar las barreras de los conjuntos hispanos.

Sin embargo, el enfoque para Otero, quien habló con NHL.com/es en ocasión del Mes de la Herencia Hispana, sigue estando en los países de Latinoamérica. Pero ahora, visto el crecimiento que ha tenido con el torneo, la meta a largo plazo es aún más grande.
“El plan de aquí a 10 años poder es tener pistas de hielo en los países más prominentes, como Argentina, Brasil y Colombia, y partir de ahí para seguir el crecimiento”, expresó. “El propósito, además de organizar torneos ahí, es iniciar una especie de liga entre los países latinoamericanos. Se va a demorar, pero esa es una de las metas de nosotros”.

Pero para él, el punto neurálgico de todas las ramificaciones que pueden continuar el crecimiento del hockey hispano es la LATAM Cup. Y no sólo para ver la práctica del deporte en esos países, sino también para incentivar el desarrollo de los latinoamericanos en Estados Unidos, especialmente los hijos de los inmigrantes.

No por nada, varios cazatalentos de universidades han ido ocupando espacios en las grandes del Panthers Ice Den en la ciudad de Coral Springs en Florida, en donde se ha ido desarrollando el torneo desde sus inicios.

“Queremos que haya jugadores en la NHL que sean primera generación, y antes de eso tenerlos dentro del OHL, WHL, AHL, etc., para que los aficionados puedan seguir y ver desarrollar sus carreras, hasta llegar a la NHL”, comentó Otero. “[Este año] tuvimos a varios scouts presentes para ver a los jugadores. Estuvo uno de la Universidad de Virginia, por ejemplo, que habló con varias jugadoras femeninas. Él quedó impresionado con el nivel de juego. Con el pasar del torneo, cada vez vienen más scouts, porque se están enterando del talento que hay acá”.
Es por eso que, a pesar de todas las ideas de Otero, el hecho de seguir nutriendo la LATAM Cup sigue siendo el principal objetivo, ayudando a la vez a cumplir el resto de las metas. El organizador adelantó que la directiva del evento está ponderando la forma y la logística que ayudaría a mover la Primera División a otra sede, permitiéndole apegarse a las reglas de la NHL —con períodos de 20 minutos cada uno— sin irrumpir la dinámica de las otras categorías. Una opción es el FTL War Memorial, en donde los Florida Panthers están construyendo un complejo deportivo y de entretenimiento en el centro de Fort Lauderdale.

Además, agregó que una competencia de habilidades, enfocado principalmente en las categorías inferiores, es otra de las posibilidades para el año que viene. Todo esto, con la intención de seguir el aumento de la participación interna, entre las selecciones ya participantes, que además incentive a otros países integrarse eventualmente al evento.

“Hemos visto bastante crecimiento, especialmente de selecciones de Chile, Brasil y Venezuela, mientras que Argentina y Colombia tienen equipos en todas las divisiones”, dijo. “El próximo paso es que el resto de las selecciones ya presentes hagan lo mismo. También queremos ver a otros países, como Ecuador — ya hay comunicación con ellos — y Perú”.

Otero sabe que este camino se trata más de un maratón que de una carrera de velocidad. Es por ello que ha trabajado tan duro en esto, desde mucho antes de siquiera pensar en la organización de un torneo de las dimensiones de la LATAM Cup. Desde sus tiempos como gerente general del equipo de hockey sobre hielo de la Universidad de Miami hasta convertirse en la cara de la propagación del deporte en Latinoamérica, Otero ha tenido clara sus metas, pero entiende que se trata de trabajo de consistencia.

Uno de esos objetivos, de ver un incremento en la participación de jugadores hispanos en la NHL y en paralelo contar con una liga organizada de hockey sobre hielo entre los países latinoamericanos, es algo que ahora ve como una posibilidad real.

“Es un proceso, no es algo que va a pasar de un día para otro”, comentó. “Pero sí hemos visto ese crecimiento de otros equipos de Estados Unidos queriendo venir y ver el nivel de talento que hay acá”.

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