Desde que derrotaron por 2-0 a los New York Islanders el pasado 30 de octubre, los Columbus Blue Jackets se metieron a un largo tobogán de derrotas del cual no habían podido salir y dentro del que acumularon un total de seis reveses consecutivos hasta antes de la noche del viernes.
Gracias a la profundidad ofensiva y a cuatro goles sin respuesta, los Blue Jackets superaron 6-2 a los Pittsburgh Penguins en la Nationwide Arena para salir del bache y conquistar su primera victoria en poco más de dos semanas.
Después de un sólido comienzo de temporada, en el que Columbus ganó cuatro de sus seis primeros encuentros, con la motivación de salir a darlo todo y en memoria de Johnny Gaudreau, los Blue Jackets cayeron en un pozo del cual les tomó tiempo y esfuerzo salir.
Tras una gira de cinco encuentros el equipo de la capital de Ohio sumó cinco derrotas fuera de casa, en las que solo sumaron un punto luego de forzar al tiempo extra en el choque ante los San Jose Sharks el 5 de noviembre, aunada a la del 1 de noviembre como locales ante los Winnipeg Jets. Era obvio que el equipo estaba sumido en un mal momento.